La plaza Tahrir revivió ayer el espíritu de la revolución y exigió con una única voz la renuncia de la Junta Militar, que prometió un referéndum para que los egipcios decidan si los militares abandonan «inmediatamente» el poder.
Esta decisión, anunciada en un discurso por el jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, el mariscal Husein Tantaui, fue recibida con escepticismo y desconfianza en la emblemática plaza, donde decenas de miles de personas gritaron como respuesta «fuera, fuera».
En su alocución, Tantaui reafirmó que los dirigentes castrenses no pretenden ser una «alternativa a la legalidad que desea el pueblo» y no buscan perpetuarse en el poder.
Defensa de la patria
«No ambicionamos el poder y estamos dispuestos a entregar inmediatamente la responsabilidad y volver a nuestra misión original, que es la defensa de la patria, si el pueblo lo decide mediante un referéndum, si la situación lo requiere», dijo Tantaui, sin ofrecer más detalles sobre la celebración de este plebiscito.
El jefe de la Junta Militar aseguró que tiene la voluntad de celebrar elecciones presidenciales antes de finales de junio de 2012, y de mantener los comicios legislativos en las fechas previstas, es decir, a partir del próximo lunes 28 de noviembre.
Mientras los dirigentes castrenses tomaban estas decisiones, la calle seguía clamando contra la cúpula militar en su órdago para poner fin a lo que consideran una continuación del régimen de Hosni Mubarak.