El Gobierno de Cuba calificó ayer de «cínicas» e «inaceptables», respectivamente, las condenas expresadas por Estados Unidos y España sobre la muerte del preso Wilman Villar, que falleció en una huelga de hambre, según la oposición interna de la isla.
La directora de América del Norte del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) cubano, Josefina Vidal, criticó y tachó de «injerencia» las declaraciones del Gobierno de Estados Unidos, que deploró el viernes la muerte «sin sentido» de Villar, al que calificó de «defensor de los derechos humanos».
«Las declaraciones del Departamento de Estado y la Casa Blanca constituyen una muestra más de la permanente política de agresión e injerencia en los asuntos internos de Cuba e impresionan por su hipocresía y doble rasero», señala Vidal en una declaración oficial.
Esta funcionaria cree que la condena que Washington dirige contra Cuba se ajusta más «al récord de violaciones de los derechos humanos de Estados Unidos en su propio territorio y en el mundo».
«No es en Cuba donde 90 prisioneros han sido ejecutados desde enero de 2010 hasta hoy, mientras que otros 3.222 reos esperan su ejecución en el corredor de la muerte», añade Vidal.
También denuncia que EEUU «practica la tortura y las ejecuciones extrajudiciales en los países» en los que interviene y usa la «brutalidad policial» contra su propia población.
En cuanto a las manifestaciones del Gobierno español, el Ejecutivo cubano, según informa la agencia estatal Prensa Latina, las considera «inaceptables».
El Gobierno de Madrid y la Unión Europea no tienen «la más mínima autoridad moral para enjuiciar» a Cuba, señala la agencia, que cita declaraciones de un funcionario de la Cancillería al que no identifica.
Según Prensa Latina, el funcionario calificó de «insólito» que el Gobierno de España emprenda esta campaña cuando tiene a «la mitad de sus jóvenes en paro y una alta tasa de asesinatos y violencia contra las mujeres».
Expresó además el «enérgico rechazo a estas inaceptables declaraciones, realizadas sin siquiera averiguar o esperar a conocer qué ocurrió realmente».