La Unión Europea (UE) aprobó ayer toda una batería de nuevas sanciones contra Irán, incluido un embargo sobre su petróleo, en un intento de estrangular la financiación del polémico programa nuclear de Teherán.
Con su decisión, los veintisiete miembros de la UE se suman a la dura línea fijada por Estados Unidos en respuesta al último informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que disparó las sospechas de que Teherán trata de desarrollar armas nucleares.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, reconoció que el país tendrá que hacer un «sacrificio importante», dado que las importaciones de Irán rondan el 20 % del total.
García-Margallo, en cualquier caso, aseguró que España lleva ya un tiempo trabajando en encontrar suministros alternativos.
Otros mercados
Según fuentes diplomáticas, países como Arabia Saudí, Irak y Rusia podrían ocupar el vacío dejado por Irán.
Para Teherán, el embargo debería hacerse notar, pues alrededor de un 20 % de su petróleo sale con destino a Europa y el crudo es una de las grandes vías de ingresos del régimen, aunque el grueso de sus exportaciones se dirige a Asia.
«Las decisiones de hoy apuntan a las fuentes de financiación del programa nuclear», señalaron los ministros europeos en un comunicado.
La respuesta de Irán no se ha hecho esperar, así el exministro de Inteligencia Ali Falahian ha propuesto frenar las exportaciones de petróleo a la UE antes de que entre en vigor el embargo total en julio, con el fin de desestabilizar las finanzas europeas y provocar un alza los precios del crudo.