El cofundador de Wikileaks, Julian Assange, pidió ayer al presidente de Estados Unidos, Barack Obama que ponga fin a su «caza de brujas» contra la web y su persona, según ha hecho saber este domingo desde el balcón de la Embajada de Ecuador en Londres, donde ha exigido la liberación inmediata del soldado Bradley Manning, detenido por Estados Unidos bajo la acusación de filtrar a la web miles de documentos secretos.
«La guerra de Estados Unidos contra quienes desvelan información debe terminar», declaró Assange en relación al soldado Manning, a quien describió como «un héroe» y «uno de los presos políticos más destacados del mundo».
«No debe haber ninguna conversaciones estúpidas sobre el enjuiciamiento de cualquier medio de comunicación, ya se trate de Wikileaks o del 'New York Times'», ha señalado, en referencia a uno de los diarios que divulgó la información.
«Pido a Obama que haga lo correcto», ha demandado. «Estados Unidos debe renunciar a su caza de brujas contra Wikileaks. El FBI debe disolver su investigación, y debe prometer que abandonará su proceso contra nosotros y nuestros partidarios», ha añadido en su alegato.
Assange ha agradecido a Ecuador y a su presidente Rafael Correa la protección que le han proporcionado, y ha nombrado a varios países latinoamericanos como Buenos Aires, Venezuela y Brasil por su respaldo en los últimos días.
El cofundador de Wikileaks también ha dedicado palabras de agradecimiento a los concentrados durante los últimos días frente a la legación diplomática por impedir, con su mera presencia, que Londres violara a la luz pública los acuerdos diplomáticos internacionales.
«Si Reino Unido no ha incumplido los términos de la Convención de Viena es porque el mundo estaba mirando y el mundo estaba mirando porque vosotros estabáis mirando», ha dicho tras asegurar que la Policía intentó acceder a la Embajada de Ecuador en Londres a través de la escalera de incendios.
«La próxima vez que alguien os diga que es inútil defender los derechos que tanto amamos, recordad a esa gente las vigilias que habéis pasado delante de esta Embajada», declaró Assange, quien también tuvo palabras para sus compañeros de Wikileaks --"cuya lealtad y compromiso no conocen igual"-- y a su familia, en particular a sus hijos --"nos reuniremos pronto», declaró--.
Por último, lanzó una última pregunta a Estados Unidos sobre la decisión que a su juicio debe encarar la administración Obama: «*Regresará este país a los valores sobre los que fue fundado, o nos arrastrará por el precipicio, a un mundo peligroso y opresor, en el que los periodistas callan por miedo a la persecución y los ciudadanos susurran en la oscuridad. Yo digo que regrese».
«Hay unidad en la opresión y debe haber unidad y determinación absolutas en su rechazo», concluyó Assange, antes de volver a entrar en la Embajada.