Embajadas de Occidente en el mundo musulmán se mantenían el domingo en alerta máxima y Estados Unidos instó a reforzar la seguridad, luego de días de violencia contra sedes diplomáticas causados por un filme sobre el profeta Mahoma considerado como insultante para el Islamismo.
Alemania siguió los pasos de Estados Unidos y removió a parte del personal de su embajada en Sudán, que fue atacada el viernes. Washington ordenó que el personal no esencial y familiares dejaran la embajada en el país africano el sábado. Pero el Gobierno de Jartum rechazó un pedido de Estados Unidos para enviar marines a reforzar la seguridad luego de que su misión fuera agredida.
Personal no esencial
El personal no esencial estadounidense también fue retirado de Túnez, y Washington exhortó a los ciudadanos norteamericanos que dejaran la capital de la nación del norte de Africa después de que su misión fuera atacada el viernes.
Aunque las protestas que arreciaron el viernes menguaron en su mayoría el fin de semana, un pequeño grupo de manifestantes quemó el domingo una bandera estadounidense fuera de la embajada del país en la capital turca, Ankara. La policía anti disturbios bloqueó la calle y mantuvo alejados a los manifestantes a unos 100 metros del edificio.
Las manifestaciones se registraron en Afganistán y Pakistán. En la ciudad pakistaní de Lahore, alrededor de 5.000 personas se congregaron para protestar y corearon eslóganes contra Estados Unidos, al tiempo que en Karachi la policía acordonó calles aledañas al consulado del país. En Hyderabad, una persona murió y otra resultó herida cuando hombres armados no identificados abrieron fuego en una protesta contra el filme de Mahoma y en la capital de la Cachemira pakistaní, Muzaffarabad, unos 300 manifestantes quemaron un muñeco que representaba al presidente Barack Obama.
Sin embargo, las manifestaciones de Pakistán han sido relativamente pequeñas en comparación a los disturbios previos. La violencia es el brote más grave de furia contra Estados Unidos en el mundo musulmán desde el inicio de las revueltas de la Primavera Arabe el año pasado.
Los incidentes se produjeron ante la ira desatada por un vídeo, publicado en internet bajo varios títulos como «Innocence of Muslims», que parodiaba al profeta Mahoma y lo describía como un mujeriego y un ídolo religioso falso.