Fieles musulmanes protestaron en Nigeria, Irán, Grecia y Turquía el domingo para mostrar que la ira antioccidental contra un filme y caricaturas que insultan al Islam aún no se ha disipado.
Mientras delegados de todo el mundo se reunían en Nueva York para una Asamblea General de las Naciones Unidas donde seguramente se abordará el tema de la libertad de expresión y la blasfemia, banderas estadounidenses fueron quemadas nuevamente en partes del mundo musulmán.
Estudiantes iraníes gritaron «Muerte a Estados Unidos» y «Muerte a Israel» fuera de la embajada francesa en Teherán en protesta por la decisión de la revista satírica Charlie Hebdo de publicar caricaturas del profeta Mahoma, días después de manifestaciones generalizadas –algunas de ellas mortales– contra una película producida en Estados Unidos.
Musulmanes chiíes en el poblado nigeriano de Katsina quemaron banderas estadounidenses, francesas e israelíes y un líder religioso llamó a una continuación de las protestas hasta que los productores del filme y de las caricaturas fueran castigados.
Calma
Las manifestaciones en todo el mundo fueron relativamente pequeñas y calmas, pero las embajadas occidentales continuaban en alerta después de que el embajador de Estados Unidos en Libia y otros tres estadounidenses fueron muertos en una de las primeras protestas, el 11 de septiembre.
En Atenas, algunos manifestantes arrojaron botellas de agua, piedras y zapatos a la policía, que fue respondido por las fuerzas de seguridad con gas lacrimógeno. La tranquilidad volvió cuando los manifestantes interrumpieron la protesta para orar.
En Libia, donde los desmanes en el marco de las protestas acabaron matando al embajador de Estados Unidos y otros tres estadounidenses en el consulado norteamericano en Bengasi, las autoridades anunciaron haberse propuesto disolver toda milicia y grupo armado que opere en el país y, para ello han dado 48 horas a estas milicias.