El ex mandatario francés Nicolas Sarkozy ha sido interrogado este jueves en Burdeos por magistrados que intentan establecer si recibió fondos ilegales para su campaña electoral en 2007 dentro de un presunto caso de abuso de la debilidad de la anciana heredera de L'Oreal, Liliane Bettencourt.
Por primera vez desde que perdió la reelección en mayo -y, por tanto, la inmunidad legal brindada por el cargo de presidente- Sarkozy ha declarado sobre el escándalo que podría arruinar cualquier futura intención de regresar a la política, algo que ansían muchos conservadores franceses.
Cientos de policías custodiaban el Palacio de Justicia en la ciudad de Burdeos, en el suroeste de Francia, mientras el ex presidente de 57 años llegaba al lugar para sostener una reunión a puertas cerradas con los investigadores.
Los magistrados están indagando sobre retiros de efectivo por 4 millones de euros de cuentas bancarias suizas de Liliane Bettencourt, la heredera del imperio de cosméticos L'Oreal.
Pese a que Sarkozy ha negado haber cometido ningún delito, la investigación judicial podría mancharlo con la sospecha y afectar sus posibilidades de ser candidato en futuras elecciones presidenciales, algo que según un sondeo reciente sería apoyado por el 52 por ciento de los miembros de su partido.
Registros en julio
Cabe recordar que, dentro de la investigación sobre las relaciones financieras con Bettencourt, la policía registró en julio la residencia y las oficinas de Sarkozy en París.
Tras esta primera sesión, el magistrado Jean-Michel Genti podría decidir colocar a Sarkozy bajo una investigación formal judicial.
Ese tipo de indagaciones legales no llevan automáticamente a un juicio y a menudo toman meses o años en ser concluidas.
Las sospechas iniciales surgieron hace tres años, cuando una mujer que trabajó como contable de Bettencourt, que ahora tiene 90 años, denunció que un importante retiro de efectivo estaba destinado a la campaña de Sarkozy.
Pero el asunto de Bettencourt no es la única nube en el horizonte para el ex presidente.
Los abogados también exigen que Sarkozy dé explicaciones sobre otros dos casos, uno relacionado con los términos de la venta de un submarino a Pakistán y otro vinculado con los excesivos gastos en sondeos de opinión ordenados por su despacho cuando era jefe de Estado.
Tras su derrota electoral frente al socialista François Hollande - que dejó al UMP en la oposición tras una década en el poder - Sarkozy siguió un camino similar al de otros ex líderes como el estadounidense Bill Clinton y británico Tony Blair, y ejerce como conferenciante en congresos, encuentros y otros eventos.