El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, aseguró que no puede hacer mucho más para impulsar el flujo de crédito hacia la economía real, y si bien indicó que está «reflexionando» sobre ello, dejó claro que se necesitaría la participación de los gobiernos y bancos nacionales. «Lo que está pasando ahora es que el tamaño de la fragmentación está retrocediendo en varias partes de la eurozona. Desde julio del año pasado todos los indicadores sobre los diferenciales, la volatilidad y la liquidez han mejorado» extraordinariamente, señaló Draghi en la rueda de prensa tras la reunión del Eurogrupo.
El italiano fue preguntado por la propuesta del presidente Mariano Rajoy de aumentar las competencias del BCE para que puedan equipararse a las del resto de bancos centrales del mundo, que pueden actuar con menos limitaciones.
Mecanismo roto
Además, el ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, aseguró ayer que el mecanismo de transmisión de la política monetaria del BCE «está roto» por la fragmentación de los mercados de crédito, y abogó por introducir un tipo de interés único para todas las empresas en Europa.
«De esta manera, en términos de las condiciones de financiación para la eurozona, éstas están ahora mucho más expansivas de lo que eran antes. Nuestra política monetaria sigue siendo plenamente acomodaticia y se está proveyendo liquidez a todos los bancos en el área de la moneda única dentro de nuestras reglas», afirmó Draghi.
En su opinión, existen tres razones por las que los bancos podrían no prestar a empresas, impactando así negativamente el flujo de crédito y la financiación de la economía real. «Una es la financiación, cuando tienen dificultades para financiarse a sí mismos, pero a esa dificultad hemos hecho frente y se ha superado en gran medida», recalcó.