Amsterdam se ha vestido de naranja, el emblemático color de la dinastía de los Orange-Nassau, para festejar a la reina Beatriz y a los príncipes herederos, Guillermo-Alejandro y Máxima, que hoy asumirán la corona de los Países Bajos.
Los próximos reyes de Holanda, junto a sus tres hijas, Catalina- Amalia, que desde mañana será la heredera, Alexia y Ariane, se trasladaron ayer a la Nieuwe Kerk, la iglesia gótica en la que tendrá lugar la ceremonia de investidura, para realizar un ensayo general, en el que también participó el Coro Infantil Nueva Amsterdam.
Las autoridades han engalanado con tulipanes y flores naranjas la plaza Dam, en donde se espera que hoy acudan más de 25.000 personas, y otros céntricos lugares de la capital, en donde se prevé la llegada de cerca de un millón de personas.
Los balcones y ventanas de muchos de los edificios de la capital neerlandesa se han adornado con la bandera nacional roja, blanca y azul, y múltiples globos de color naranja se han colocado en lugares emblemáticos de la ciudad.
Los comerciantes de las tiendas de recuerdos de la ciudad ofrecen a holandeses y visitantes desde camisetas con las caras de la reina y los príncipes, a tazas, platos, imanes o sombreros texanos de color naranja.
La reina Beatriz de Holanda anunció el pasado 28 de enero su abdicación, que se producirá mañana, en su hijo mayor, Guillermo-Alejandro, de 46 años, que se convertirá así en el primer rey varón de los Países Bajos desde hace más de un siglo, y su esposa, la argentina Máxima Zorreguieta, que tendrá el título de reina consorte.
Treinta príncipes y princesas de las casas reinantes del mundo asisten a las ceremonias, entre los que figuran, además de herederos, algún príncipe reinante como Alberto II de Mónaco.