El Fondo Monetario Internacional (FMI) instó hoy a España a que garantice que el crédito fluya a la economía para que el país pueda salir de la crisis, al advertir de que en el futuro el crecimiento puede seguir siendo débil.
En su tercer análisis sobre la reforma financiera, el FMI explica que la falta de crédito ahonda en la recesión y, a la espera de que se adopten más reformas que hagan menos doloroso el ajuste de la economía, propone algunas medidas en el sector financiero.
Entre ellas que la banca limite el pago de dividendo en efectivo a sus accionistas con el objetivo de que refuerce su capital o que aumenten sus provisiones por créditos refinanciados, como ya ha propuesto el Banco de España.
Pero también pide que las entidades asuman el deterioro de activos y propone que se les permita que los impuestos diferidos se consideren créditos fiscales si amplían capital, renuncian a pagar dividendo unos años o contribuyen a dar más crédito, por ejemplo.
Además, el FMI recomienda que se preste especial atención a la supervisión de las entidades porque la incertidumbre económica sigue siendo alta y existe el riesgo de que los bancos opten por contraer aún más los préstamos, que se están encareciendo.
Según las previsiones del FMI, la economía española caerá en 2013 el 1,6 % y se mantendrá plana en 2014. Una difícil perspectiva que exige continuar con las reformas y asegurarse de que la banca puede resistir y apoyar la recuperación.
Al margen de estas propuestas, el organismo elogia el plan de pago a proveedores que permite que estos sean más solventes, lo que reduce la morosidad, y propone que se exploren ciertos cambios fiscales que faciliten la compraventa de inmuebles.
En su análisis, el FMI concluye que la gran mayoría de las medidas a las que se comprometió España al recibir la ayuda para la banca ya se ha implementado y han dado «un gran impulso al capital y a la liquidez de la banca».
«Todos los bancos incluidos en los test de estrés superan el capital mínimo regulatorio exigido, del 9 %, a cierre de marzo 2013», ha recordado.
Sin embargo, alerta de que aún quedan aspectos por concluir para dar por acabado el proceso de recapitalización de la banca española, como el reparto de la carga de las pérdidas de las entidades.
En este sentido, la institución ha recordado que los costes por potenciales litigios por preferentes y deuda subordinada deben ser «estrechamente vigilados» y recomienda que se aclare la estrategia de futuro de la banca nacionalizada.
«Para algunos bancos controlados por el Estado, la dirección a corto plazo es bastante clara, como por ejemplo, para Bankia», afirma el organismo.
Sin embargo, no es así para otras entidades y el FMI cree que ello puede afectar negativamente a las condiciones comerciales de estas entidades.
Por último, y teniendo en cuenta la caída del precio de la vivienda, el FMI considera que las previsiones de Sareb, el «banco malo», deben ser más conservadoras que las actuales y ello puede hacer necesario que cambie su estrategia de negocio una vez termine de analizar los activos recibidos.