Edward Snowden, el extécnico de la CIA perseguido por la Justicia estadounidense, formalizó al fin una petición de asilo temporal en Rusia, para lo cual deberá cesar toda actividad contra los intereses de Estados Unidos, como le ha exigido el Kremlin. El fugitivo escribió la solicitud en la zona de tránsito del aeropuerto Sheremétievo de Moscú, donde permanece confinado desde hace más de tres semanas, y «la entregó a un funcionario del Servicio Federal de Migración (SFM)», anunció Anatoli Kucherena, el abogado que asiste al fugitivo en materia de la legislación rusa.
«Ha escrito (en la petición) que teme por su vida y su seguridad, y que tiene miedo de que se le apliquen torturas o la pena de muerte» si cae en manos de las autoridades de su país de origen, reveló Kucherena en declaraciones al canal de televisión ruso «Rossiya 24».
El anuncio
El abogado, miembro de la Cámara Pública rusa, un organismo consultivo adjunto al Kremlin, fue uno de los asistentes a la reunión celebrada el viernes pasado en Sheremétievo en la que Snowden anunció su propósito de pedir asilo en Rusia. Cuatro días después, el joven informático estadounidense que destapó una trama de espionaje masivo de las comunicaciones telefónicas y en internet por EEUU y Reino Unido formalizó la petición de asilo temporal.
«Ha tardado en tomar la decisión por su desconocimiento de la legislación rusa», explicó Kucherena el motivo del retraso. La aceptación a trámite de la petición de asilo temporal por el SFM otorga al solicitante el derecho a permanecer en Rusia hasta que haya una resolución, para lo cual las autoridades migratorias disponen de un plazo máximo de tres meses prorrogable a seis en algunos casos, según la ley rusa.
«En caso de que reciba el asilo tendrá el estatus de refugiado durante un año. Si más adelante quiere prorrogarlo, podrá hacerlo por periodos de un año hasta el infinito. La ley lo permite», precisó el abogado ruso.
La Casa Blanca dijo que Snowden debería ser expulsado de Rusia y volver a EEUU para ser juzgado por acusaciones de espionaje. «El no es un activista de los derechos humanos, ni un disidente. Está acusado de filtrar información clasificada», sostuvo el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney sobre Snowden.