Los diputados europeos concedieron nuevas atribuciones al Banco Central Europeo para que supervise desde la gran banca hasta 6.000 bancos de la zona euro, lo que supone el primer paso hacia la construcción de la unión bancaria.
Los diputados votaron a favor de permitir al BCE convertirse en el nuevo supervisor bancario a partir de 2014, casi un año después de que los gobiernos de la UE dieran su respaldo al plan.
El objetivo de crear un marco único y un control para los bancos de la zona euro, con mecanismos para la liquidación de entidades en quiebra y la protección de los depósitos de los ahorradores, es uno de los proyectos más ambiciosos y complicados de la UE.
Después de más de tres años de turbulencia en los mercados financieros, tras los rescates de Grecia, Irlanda, Portugal y Chipre, la creación de un sistema bancario unificado en la zona euro es considerado fundamental para la defensa de la región contra futuras crisis.
Alemania
Sin embargo, hay preocupaciones y Alemania, la primera economía de la zona euro, ha intentado limitar el alcance de la supervisión del BCE y los planes de crear una autoridad y un fondo independiente para hacer frente a los bancos en quiebra por temor a que acabe haciéndose cargo del costo.
El Parlamento Europeo ha procurado aumentar su influencia en la respuesta a la crisis al amenazar con retrasar la aprobación de la supervisión del BCE, salvo que ese supervisor comparta los detalles de sus decisiones con el parlamento, es decir, que asuma el compromiso de mayor transparencia.
Muchos de esos obstáculos han sido resueltos y el BCE confirmó la consecución de un acuerdo entre el presidente del parlamento, Martin Schulz, y el presidente del BCE, Mario Draghi.
El BCE tiene previsto convertirse en el supervisor único en el segundo semestre de 2014. Draghi quiere ver que el siguiente paso, la puesta en marcha de una autoridad para cerrar las entidades en quiebra, se dé en esa fecha también, un tema que los ministros de Finanzas discutirán en Vilna hoy. Los ministros esperan alcanzar un acuerdo de aquí a final de año.
«Pensamos que el calendario es muy apretado, especialmente por la polémica que existe entre los estados miembro», expresó Philippe Gudin, economista de Barclays Research. «Cualquier retraso aplazaría la formación de un mecanismo de único de liquidación hasta la llegada de la nueva comisión europea en octubre de 2014», agregó.