Ucrania se moviliza para la guerra este domingo con el llamado a filas de todos los reservistas después de que el presidente ruso Vladimir Putin amenazara con invadir territorio ucraniano en la mayor confrontación entre Moscú y Occidente desde la Guerra Fría.
«Esta no es una amenaza: en realidad es una declaración de guerra a mi país», dijo el primer ministro ucraniano, Arseny Yatseniuk, quien encabeza un gobierno proeuropeo en el poder desde que el aliado ruso Viktor Yanukovich fuera destituido la semana pasada.
Putin obtuvo permiso de su Parlamento el sábado para usar la fuerza militar para proteger a los ciudadanos rusos en Ucrania, desencadenando llamados de Occidente para que no intervenga.
Fuerzas rusas ya tomaron, sin derramamiento de sangre, el control de Crimea, una aislada península en el mar Negro donde la mayoría de la población es de etnia rusa y donde Moscú cuenta con una base naval.
El domingo rodearon varios pequeños puestos militares ucranianos y les pidieron que entregaran las armas. Algunos se negaron, pero no hubo disparos.
El Consejo de Seguridad de Ucrania ordenó colocar de inmediato a todas las fuerzas armadas en el nivel más alto de alerta, dijo Andriy Paruby, secretario del consejo.
Se ordenó que el Ministerio de Defensa llevara a cabo el reclutamiento, que potencialmente sería de todos los hombres de hasta 40 años en un país que todavía cuenta con un servicio militar masculino obligatorio y universal, aunque Ucrania podría tener dificultades para encontrar armas o uniformes para un número significativo de ellos.
«Si el presidente Putin quiere ser el presidente que inició la guerra entre dos países vecinos y amigos, entre Ucrania y Rusia, lo tiene al alcance de la mano. Estamos al borde del desastre», dijo Yatseniuk en unas declaraciones en inglés televisadas, apelando al apoyo occidental.