La operadora pública de ferrocarriles francesa SNCF ha invertido unos 15.000 millones de euros en un ambicioso programa de renovación de su flota regional iniciado en 2009 por el que encargó 2.000 trenes que, sin embargo, ha descubierto a posteriori que son demasiado anchos para circular por numerosas estaciones del país, lo que acarreará un coste extra de 50 millones por los trabajos de acondicionamiento necesarios.
Según la información adelantada por el semanario satírico Le Canard Enchainé , la compañía pública habría encargado a los fabricantes Alstom y Bombardier la construcción de los trenes, que entrarían en servicio gradualmente hasta 2016. La información fue confirmada por las empresas públicas responsables de la red ferroviaria francesa (RFF) y de los ferrocarriles (SNCF).
Sin embargo, la descoordinación entre las dos compañías públicas del sector, el operador ferroviario SNCF, y el gestor viario RFF, que fueron separadas en 1997, habría provocado la confusión, ya que RFF facilitó a SNCF únicamente información sobre las dimensiones de las estaciones con menos de 30 años.
Absurdo
En este sentido, el ministro de Transportes francés, Frederic Cuvillier, ha culpado al «absurdo» sistema ferroviario generado en 1997 del problema. «Cuando separas al operador ferroviario (RFF) del usuario (SNCF) no funciona», indicó en declaraciones a la emisora BFMTV. «Descubrimos el problema un poco tarde», admitió por su parte el portavoz de RFF Christophe Piednoël.
En un comunicado conjunto, las empresas públicas precisaron que el calendario de los trabajos de acondicionamiento se ha fijado en función de las entregas de los tres regionales hasta 2016 y señalaron que se han reformado ya 300 plataformas y se espera alcanzar las 600 en 2014.