La NASA enviará este verano a la Estación Espacial Internacional (ISS) un Laboratorio de 'moscas de la fruta', cuyo genoma es muy similar al humano, gracias a lo que podrán estudiar en ingravidez los cambios que sufre su sistema inmune a largo plazo.
Desde hace tiempo se sabe que la capacidad de los astronautas para resistir la enfermedad se debilita en el espacio. Resulta que, lo mismo sucede con 'moscas de la fruta'. «Enviamos Drosophila (nombre de la denominada 'mosca de la fruta') a la órbita de la Tierra a bordo del transbordador espacial Discovery en 2006, y experimentamos una disminución en la función inmune», dice Sharmila Bhattacharya, bióloga del Centro de Investigación Ames de la NASA
El vuelo del transbordador fue relativamente breve, de sólo 13 días, pero los astronautas que viajen a Marte y otros lugares distantes en el espacio será mucho más largo.
Hábitat permanente
Un hábitat permanente para la 'mosca de la fruta' en la ISS permitirá a los investigadores realizar estudios directamente relacionados con tales vuelos espaciales de larga duración.
Hacer estudios del sistema inmunológico de los astronautas pueden ser complicados debido a que cada astronauta tiene su propio código genético idiosincrásico. «Lo bueno de las moscas que enviamos al espacio es que todas ellas son genéticamente idénticas», señala Bhattacharya.
Las moscas a bordo de la estación espacial también tendrán su propio 'paseo de carnaval'. Una centrifugadora someterá a la Drosophila al equivalente de la gravedad de la Tierra, permitiendo a los investigadores, por primera vez, desentrañar las influencias de la competencia de la radiación y la gravedad. «Esto es investigación de vanguardia», dice la bióloga.