Una niña filipina que había sido dada por muerta se despertó en el ataud mientras sus familiares la estaban velando.
Los médicos habían certificado la muerte de la pequeña en un hospital tras sufrir unas fiebres muy altas. En cuanto vieron que movía una mano dentro del ataúd, los familiares la sacaron de allí inmediatamente.
Después de hacerle una revisión en el hospital, la pequeña se encuentra en su casa totalmente recuperada.