Al menos 311 palestinos, en su gran mayoría civiles, han muerto y más de 2.200 han resultado heridos en los doce días que dura la intensa ofensiva israelí contra Gaza, informaron a Efe fuentes médicas.
El número de víctimas mortales se ha incrementado de forma dramática desde que la noche del jueves el Ejército israelí sumara una operación terrestre a los continuos bombardeos de la Aviación y la Marina de Guerra.
Solo en las primeras 24 horas de la incursión terrestre más de 70 palestinos han perecido en los ataques, concentrados en los barrios del norte y del sur de la Franja.
Esta noche fueron especialmente intentos en los barrios de Beit Lahia y Beit Janun, donde un obús de la fuerzas israelíes mató a una familia de ocho miembros, entre ellos dos niños y dos menores de edad.
Tres miembros de otra familia perecieron igualmente en un bombardeo nocturno en el sur de la Franja, otra de las zonas más castigadas por tierra, mar y aire.
En la localidad meridional de Jan Yunis, cuatro personas perdieron la vida y cinco resultaron heridas anoche, mientras que una decena perecieron en los bombardeos sobre la localidad de Rafah, vecina a la frontera con Egipto.
Los niños, que suponen casi la mitad de la población de la Franja, son la principal víctima de este conflicto, en el que ya han muerto cerca de 80 menores.
A ello se une los problemas psicológicos que producen doce días de bombardeos continuados, en los que el ruido y el miedo no dejan dormir.
La artillería israelí bombardea Gaza desde las posiciones de combate que ha colocado en el interior de la Franja, a escasos kilómetros de la frontera.
Al caer la noche, la aviación lanza decenas de bengalas que aventan la noche e iluminan los barrios para permitir operar a las fuerzas terrestres, mientras aviones de combate y buques de guerra lanzan misiles.