La justicia francesa ha abierto una nueva investigación contra el expresidente Nicolas Sarkozy por la financiación presuntamente irregular de su campaña electoral de 2007, la que le llevó a la jefatura del Estado, reveló hoy «Le Parisien».
Esta investigación preliminar la abrió a comienzos de mes la fiscalía, que sospecha que Sarkozy utilizó un sistema de facturas falsas para imputar a su partido, la conservadora Unión por una Mayoría Popular (UMP), los gastos de su campaña para poder superar así los límites legales.
Unas pesquisas que arrancaron tras los documentos y las pruebas requisadas por la policía que examinan la posibilidad de que el anterior presidente de Francia hubiera utilizado la sociedad de comunicación Bygmalion para borrar el rastro de gastos de su candidatura en 2012.
Este nuevo procedimiento judicial dirigido por la misma fiscalía que se ocupa del caso Bygmalion dio lugar a un registro el pasado día 8, según «Le Parisien», que no precisa dónde.
Sarkozy había sido imputado el 2 de julio, tras estar arrestado en comisaría 15 horas para declarar, por «corrupción activa», tráfico de influencias y encubrimiento de la violación del secreto profesional en otro de los escándalos judiciales que le salpica de lleno, conocido como el de las escuchas telefónicas.
También es objeto, directa o indirectamente, de otras investigaciones judiciales, como la presunta financiación de su campaña por el régimen del desaparecido líder libio Muamar Gadafi, el citado caso Bygmalion, los encargos presuntamente irregulares de encuestas cuando era presidente o el posible trato de favor al empresario Bernard Tapie.
Unos procedimientos que pueden poner obstáculos a la vuelta del que fue durante años el líder de la derecha francesa a la política activa.
En una entrevista dada el mismo día de su inculpación, el pasado 2 de julio, además de negar todas las acusaciones y sospechas que pesan sobre él, dio a entender que se planteaba ser candidato a las primarias para la presidencia de la UMP previstas en otoño.