Los médicos que atienden en el hospital Carlos III de Madrid al sacerdote Miguel Pajares podrán administrarle el medicamento ZMapp, utilizado en EEUU para el tratamiento de la enfermedad de ébola, que ha llegado al centro tras la autorización de su importación por el Ministerio de Sanidad.
La información de que permanece estable el sacerdote y la monja guineana de origen español Juliana Bonoha Bohé, repatriados por España el pasado jueves, coincide con el anuncio de la muerte de la hermana Chantal Pascaline, una de las dos religiosas con Ébola que permanecían en el hospital San José de Monrovia.
La Orden Hospitalaria San Juan de Dios prepara el envío inmediato de un equipo de sanitarios a la capital de Liberia.
Los otros dos religiosos infectados de ébola que permanecían en el hospital de San José de Monrovia, Georges Combey y la hermana Paciencia Melgar, han sido trasladados esta tarde en ambulancia al hospital liberiano ELWA, gestionado por la ONGD Médicos Sin Fronteras.
Según ha confirmado el Ministerio de Sanidad, los médicos que atienden en el hospital Carlos III de Madrid al sacerdote ya disponen del medicamento ZMapp utilizado en EEUU para el tratamiento de la enfermedad.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del departamento que dirige Ana Mato, ha autorizado la importación excepcional del citado producto, que se está utilizando en dos pacientes en Estados Unidos, y que se ha enviado desde Ginebra, donde existía disponibilidad de una dosis.
Los familiares de Miguel Pajares han confirmado que sigue estable y sin sufrir hemorragias.
Según el hermano del religioso, Emilio Pajares, las noticias son «tranquilizadoras» porque el sacerdote no tiene fiebre y no ha sufrido hemorragias, uno de los principales riesgos del virus, situación que les hace vislumbrar una recuperación.
«Tenemos pocas noticias, ahora nos toca esperar y que siga con una evolución como hasta ahora», ha recalcado su hermano Emilio Pajares, quien espera una notificación por parte de las autoridades sanitarias para poder visitar a Miguel: «Cuando nos digan, iremos, pero ahora lo que nos interesa es que siga estable».
La orden religiosa, a través de su organización de cooperación Juan Ciudad ONGD, ha explicado que preparan un equipo de profesionales sanitarios para enviarles lo antes posible a la zona.
El coordinador de Proyectos de Juan Ciudad ONGD, Roberto Lorenzo, ha asegurado a Efe que esperan tener preparado de forma inmediata un equipo, de tres o cuatro personas, para partir hacia Liberia para atender a los dos religiosos con ébola que permanecen aislados en el hospital San José de Monrovia.
«Esta semana espero que salga este equipo y estamos preparando otro más grande con la intención de reabrir el hospital», ha asegurado Lorenzo, quien ha recordado que este centro sanitario, que asiste en Monrovia a 100.000 personas al año, «debe estar abierto para atender a personas, como lo hizo durante la guerra».
En el aeropuerto de Barajas, los pasajeros procedentes de Nigeria han pasado sin incidencias el control de Sanidad por el Ébola, tras activarse el protocolo correspondiente porque dos niños de Senegal tenían fiebre por amigdalitis.
Tras el aterrizaje esta mañana del avión procedente de Nigeria, el aparato, fletado por Iberia y con unos 140 pasajeros, se trasladó a una zona aislada después de que se avisara a la torre de control de que dos niños, que viajaban con su madre, no se encontraban bien.
En aplicación del protocolo para la detección de casos de ébola activado por el Ministerio de Sanidad en este primer vuelo llegado desde Nigeria, el pasaje ha sido aislado y personal del Servicio de Sanidad Exterior del aeropuerto ha procedido a tomar la temperatura a los pequeños, que no era muy alta, y ha comprobado que padecían amigdalitis.
Los niños y su madre procedían de Senegal y habían permanecido en el aeropuerto de Nigeria apenas unas horas antes de embarcar en el vuelo con destino a Madrid.
Funcionarios del Servicio de Sanidad Exterior han comprobado también las declaraciones que los pasajeros han tenido que hacer en el aeropuerto de origen, así como la del capitán del avión, responsable del vuelo, de que todo estaba en orden.