Los separatistas prorrusos acusaron a las fuerzas ucranianas de violar el alto el fuego que entró en vigor a las 00.00 hora local de este domingo (22.00 GMT del sábado) en el este de Ucrania, mientras Kiev dijo que «en general» se respeta la tregua excepto algunos incidentes.
El Ministerio de Defensa de la autoproclamada república popular de Donetsk aseguró que las fuerzas ucranianas violaron la tregua en la zona de la estratégica ciudad de Debáltsevo y que «nuestras milicias se vieron obligadas a abrir fuego en respuesta».
El portavoz presidencial ucraniano, Sviatoslav Tsegolko, informó, por su parte, de que la tregua se está respetando en general, aunque se han registrado incidentes.
«En total hemos registrado 10 casos de disparos de artillería contra nuestras posiciones, seis de ellas en puestos de control en las localidades de Chenujino y Zolotoe», señaló Tsegolko en su cuenta de Facebook.
«Por ahora es pronto para sacar conclusiones, pero depende del cumplimiento por parte de Rusia del alto el fugo acordado en Minsk que se pueda parar la guerra o no», agregó.
El mando militar ucraniano denunció, dos horas después de haber entrado en vigor la tregua, que «los rebeldes han abierto fuego de artillería contra nuestras posiciones al menos en ocho ocasiones».
El acuerdo del cese de las hostilidades fue alcanzado el jueves pasado en la cumbre celebrada en Minsk por los presidentes de Ucrania, Petró Poroshenko; Rusia, Vladímir Putin; Francia, Francois Hollande, y la canciller federal alemana, Angela Merkel.
«Quiero la paz y yo, comandante supremo, ordeno a las Fuerzas Armadas de Ucrania, a la unidades de la Guardia Nacional, del Ministerio de la Interior y el Servicio de Seguridad cesar el fuego a las 00.15 horas del 15 de febrero», dijo Poroshenko en una comparecencia en directo por televisión al filo de la medianoche de ayer.
El presidente ucraniano, desde el puesto de mando en el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania, aseguró que «todo el mundo está pendiente de cómo se cumplirá el alto fuego».
«Si nos dan un golpe en un mejilla, no ofreceremos la otra», advirtió, al tiempo que recalcó que el alto el fuego en las regiones orientales del país lo necesita «no solo Ucrania, sino todo el mundo».
El alto el fuego es el primero de los trece puntos del plan de arreglo al conflicto en las regiones orientales ucranianas de Donetsk y Lugansk, que desde que desde su estallido, en abril del año pasado, se ha cobrado unos 6.000 muertos, entre combatientes y civiles.