Al menos tres personas murieron este domingo en la ciudad de Járkov, en el este de Ucrania, al producirse una explosión durante la marcha para conmemorar el primer aniversario de la revolución que derrocó hace justo hoy un año al expresidente ucraniano Víktor Yanukóvich, informó la Fiscalía ucraniana.
La explosión se produjo sobre las 13.20 hora local (11.20 GMT) al inicio de la marcha, a unos 100 metros del Palacio de los Deportes desde el que había arrancado la manifestación, según un portavoz de las fuerzas del orden citado por la agencia local «Interfax Ukraini».
Una decena de personas resultaron heridas en el atentado, según datos preliminares ofrecidos por la Fiscalía y por el Ministerio de Interior ucranianos.
Está previsto que la marcha confluya con otra columna de manifestantes en la plaza de la Constitución de Járkov, donde se celebrará una misa por los soldados y voluntarios ucranianos caídos durante la operación militar desplegada por Kiev en las vecinas regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk.
El atentado coincidió con el inicio en Kiev de la llamada Marcha de la Dignidad para conmemorar el triunfo de la revolución del Maidán y la llegada al poder de las nuevas autoridades prooccidentales
Hace hoy año, el 22 de febrero de 2014, el Parlamento de Ucrania destituyó a Yanukóvich, que la madrugada anterior había huido de Kiev después de que los sectores más radicales de la oposición no aceptaran el acuerdo de compromiso que se había firmado un día antes, y que contemplaba, entre otras cosas, elecciones anticipadas.
Járkov, la ciudad más importante del este rusoparlante de Ucrania por sus casi 1,5 millones de habitantes, se convirtió a mediados de abril del año pasado en escenario de manifestaciones prorrusas al mismo tiempo que las capitales de las regiones vecinas de Donetsk y Lugansk.
Aunque los prorrusos lograron entonces tomar algunos edificios públicos en la ciudad, la contundencia de las fuerzas del orden ucranianas y la reticencia de la población a sumarse a la rebelión evitaron que Járkov corriera la misma suerte que los territorios vecinos, desgarrados desde entonces por una sangrienta guerra.