El ejército iraquí liberó este martes por completo la ciudad de Tikrit, capital de la provincia de Saladino (norte), que estaba dominada por los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) desde el pasado verano, anunció el primer ministro de Irak, Haidar al Abadi.
En un comunicado, Al Abadi, que es también el jefe de las Fuerzas Armadas, dijo que las fuerzas iraquíes «llegaron al centro de Tikrit y la liberaron por el sur y por el oeste».
Añadió asimismo que «el éxito vivido en Tikrit se repetirá en otras zonas para proteger a los civiles».
Las fuerzas iraquíes recuperaron anoche el control del edificio de la Gobernación provincial de Saladino, después de lo cual avanzaron este martes hasta hacerse con el dominio de la mayoría de los departamentos de Gobierno, así como de los palacios presidenciales, donde izaron la bandera de Irak.
A principios de esta tarde, lograron avanzar hacia el centro de Tikrit para liberar por completo la ciudad de manos de los yihadistas.
En los combates de este martes, al menos nueve soldados iraquíes murieron y otros 18 resultaron heridos, según dijo una fuente de seguridad.
La noche del lunes, las tropas regulares, con el apoyo de las milicias chiíes denominadas «Multitud Popular» ya izaron la bandera gubernamental en la sede provincial de Saladino, así como en la Dirección General de Educación, en la Dirección de Defensa Civil y en el Hospital General de Tikrit.
Al Abadi anunció este lunes que su Ejército iba a «comenzar pronto la batalla final en Saladino».
Las fuerzas iraquíes luchan desde el pasado junio contra los yihadistas del EI, que desde que entonces se hiciesen con el control de Mosul -la segunda ciudad del país-, continúan su avance para ampliar el califato que declararon en los territorios bajo su dominio en el norte de Irak y en parte de Siria.
Tikrit tiene un fuerte componente simbólico ya que el fallecido Sadam Husein era originario de esa zona.
Su mausoleo, situado en Al Ouya, al sur, quedó destrozado tras los combates librados por las fuerzas gubernamentales iraquíes y el Estado Islámico a mediados de este mes, aunque allí ya no reposaban los restos de Sadam, que fueron trasladados por su familia el pasado junio, un mes antes de que los yihadistas se hicieran con el control de la localidad.
Sadam, nacido en Al Ouya en 1937, ostentó el poder en Irak durante 24 años. Fue detenido en diciembre de 2003, tras la invasión liderada por EEUU que precedió la caída de su régimen, y fue ejecutado el 30 de diciembre de 2006 en Bagdad.