Emma Didlake, la veterana de guerra más longeva de la que se tenía constancia en Estados Unidos, murió a los 110 años este domingo, un mes después de conocer al presidente Barack Obama en la Casa Blanca, informaron hoy medios locales.
Obama lamentó en un comunicado la muerte de Didlake, una ciudadana negra que se sumó al Cuerpo Auxiliar de Mujeres del Ejército en 1943 y a la que él recibió en el Despacho Oval el pasado 17 de julio.
«Emma Didlake sirvió a su país con distinción y honor, y fue una verdadera pionera para generaciones de estadounidenses que han sacrificado tanto por su país», afirmó hoy Obama.
«Me sentí agradecido de poder dar la bienvenida a Emma a la Casa Blanca el mes pasado. Michelle y yo enviamos nuestras más profundas condolencias a su familia, sus amigos y a todos aquellos a los que inspiró a lo largo de su larga vida, una vida estadounidense por excelencia», agregó el mandatario.
Didlake fue una de las 150.000 mujeres que se unieron al Cuerpo Auxiliar de Mujeres del Ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Su nieta, Marilyn Horne, de 62 años, confirmó al diario «San Antonio Express-News» que Didlake se había sentido especialmente cansada durante los últimos días y finalmente el domingo enfermó y murió en Detroit (Michigan).
«Hoy hace justo un mes que fuimos a la Casa Blanca. Creo que sintió que había conseguido todo lo que quería y que podía descansar», afirmó al diario Horne.
Nacida en Boligee (Alabama) en 1905, Didlake tenía 38 años y cinco hijos cuando decidió dejar por un tiempo su vida de ama de casa y alistarse en la división de mujeres del Ejército, donde sirvió durante unos siete meses dentro de Estados Unidos, como soldado raso y como conductora de vehículos militares.
En 1944, Didlake y su familia se mudaron de Lynch (Kentucky) a Detroit, donde siguió viviendo el resto de su vida y donde se unió a la principal asociación negra del país, la Asociación Nacional para el Avance de los Pueblos de Color (NAACP, por su sigla en inglés).
En 1963, Didlake se sumó a una de las marchas por los derechos civiles lideradas por Martin Luther King Jr..
La que se consideraba hasta ahora la más anciana de todos los veteranos de guerra estadounidenses ganó varios galardones durante su vida, entre ellos una medalla al servicio en el Ejército de las mujeres, otra por su servicio durante la Segunda Guerra Mundial y un homenaje a los logros de toda su carrera por parte de la NAACP.
Didlake no hizo declaraciones a la prensa durante su reunión con Obama el mes pasado en el Despacho Oval, a donde acudió en silla de ruedas, vestida con un uniforme azul del Ejército y junto a su nieta Horne.
Tras la muerte de Didlake, el veterano de guerra más anciano del que se tiene constancia en Estados Unidos es Richard Overton, de 109 años, nacido en Texas en 1906, según el diario «San Antonio Express-News».