La Policía británica ha hecho explotar de forma controlada un coche en la noche de este jueves frente a la parada del Metro londinense de Baker Street, después de detectar un vehículo sospechoso que provocó el cierre de varias calles.
Un portavoz de la Policía Metropolitana ha confirmado en declaraciones al diario local 'Metro' que los agentes han realizado una explosión controlada para tener acceso al vehículo. La estación fue reabierta cerca de dos horas después.
El suceso ha tenido lugar en medio del incremento de la vigilancia y las medidas de seguridad después de los atentados de la semana pasada en la capital de Francia, París, que se saldaron con al menos 129 muertos.