Las autoridades tunecinas han detenido a más de 130 presuntos yihadistas que retornaban de Siria e Irak a la espera de verificar su supuesta implicación con Dáesh, según ha informado el Ministerio del Interior, tres días después del atentado que costó la vida a 12 guardias presidenciales.
Se trata de 40 arrestados y 92 bajo arresto domiciliario, según los datos del Ministerio.
El mal llamado Estado Islámico reivindicó el atentado cometido el lunes en la capital por un terrorista suicida que atacó un autobús con guardias presidenciales en una céntrica calle. El Ministerio del Interior confirmó este jueves la identidad del presunto yihadista: Houssem Abdelli.
Se trataría de un hombre nacido en 1988 y «activo» en escuelas coránicas, según fuentes de seguridad citadas por la emisora Mosaique FM. Las autoridades no tienen constancia de ningún arresto previo de Abdelli.