El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha mencionado por primera vez que posee la bomba de hidrógeno, según informó este jueves la agencia estatal de noticias KCNA, aunque expertos dudan de que el país asiático haya podido desarrollar esta arma altamente destructiva.
El dictador afirmó que Corea del Norte «se ha convertido en un poderoso estado poseedor de armas nucleares capaz de detonar de forma autosuficiente una bomba atómica y también una bomba H para defender eficazmente su soberanía y la dignidad de la nación», recogió la KCNA en un comunicado.
Kim Jong-un pronunció estas palabras durante su visita al Sitio Revolucionario de Phyongchon en la capital, Pyongyang, que es un enclave histórico de la industria de armamento del país al haber albergado la primera fábrica de municiones hace seis décadas.
El líder de 32 años ha reafirmado en varias ocasiones que Corea del Norte posee armas nucleares y que este recurso es el principal pilar de su defensa para contrarrestar unos supuestos planes de invasión del país por parte de EE.UU.
Sin embargo, expertos en Corea del Sur indicaron hoy que es la primera vez que Corea del Norte asegura tener la bomba de hidrógeno, un explosivo que puede multiplicar por millares la potencia de un misil nuclear común como los lanzados sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en 1945.
Por su parte, el Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) surcoreano «no tiene constancia» de que el régimen de Kim Jong-un haya desarrollado la bomba de hidrógeno, indicó uno de sus altos funcionarios a la agencia Yonhap en Seúl.
Según el NIS «Corea del Norte todavía no ha tenido éxito en la miniaturización de las bombas nucleares, por lo que tampoco puede contar con la tecnología para producir una bomba H», afirmó el funcionario, que calificó como simple «retórica» la enunciación del líder norcoreano.
En el caso de las bombas nucleares comunes, se sabe que el país asiático ha alcanzado un alto desarrollo tecnológico -de hecho realizó tres detonaciones en 2006, 2009 y 2013- pero sigue siendo una incógnita si es capaz o no de miniaturizar los explosivos atómicos para instalarlos en las ojivas de sus misiles.