La ONU ha recogido evidencias de más abusos sexuales contra menores por parte de militares de fuerzas extranjeras desplegadas en la República Centroafricana, dijo el portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville.
Se trata de media docena de nuevos casos -cinco niñas y un niño- que han denunciado a investigadores de la ONU haber sido víctimas de violaciones o recibido dinero a cambio de mantener relaciones sexuales, sea con soldados que formaban parte de la operación de la Unión Europea o de las fuerzas francesas, que operan aparte.
Miembros de las tropas francesas de la operación «Sangaris» han sido implicados en otros seis casos denunciados el año pasado en el mismo país.
Según Colville, aunque todavía no está verificado, tres de las niñas indicaron que los responsables eran soldados georgianos que actuaban como parte de la fuerza europea.
Esas y una cuarta niña tenían entre 14 y 16 años en el momento de los hechos denunciados, que se remontan a 2014.
Colville agregó que el personal de la ONU entrevistó también a una niño y a una niña, que tenían siete y nueve años, respectivamente, cuando sufrieron abusos sexuales de soldados franceses, lo que aumenta a ocho los casos en los que se ha denunciado su participación.
«La niña relató que tuvo que hacer sexo oral a un soldado francés a cambio de una botella de agua y un paquete de galletas. Ambos, el niño y la niña, dijeron que otros niños también fueron víctimas de similares acciones en repetidas ocasiones por parte de soldados franceses», indicó el portavoz.
Tras aclarar que los casos mencionados no tienen que ver con fuerzas militares de la ONU, Colville reveló que «cierto número de casos que involucran a Cascos Azules de la ONU también han salido a la luz durante las entrevistas realizadas».
Esos casos -precisó- están siendo tratados separadamente con los países que aportan tropas a las operaciones de mantenimiento de la paz de la organización.
Todos los abusos tuvieron lugar dentro o alrededor de un campamento para personas desplazadas en las proximidades del aeropuerto de Bangui.
La ONU ha presentado los casos a las autoridades de Francia y de Georgia.
Colville reconoció que muy pocos de estos casos son castigados y que, de manera general, todavía impera una gran impunidad.
«Conforme más y más casos aparecen, implicando a más y más contingentes nacionales, es claro que todas las fuerzas militares extranjeras, sean de la ONU o no, deben tomar acciones más efectivas para prevenir mayores abusos y explotación... y eso no sólo en República Centroafricana», concluyó el portavoz.