Al menos 16 personas han resultado heridas tras registrarse este lunes una explosión dentro de un autobús en Jerusalén, informaron portavoces de los servicios médicos y la Policía.
El autobús, que iba vacío en el momento de la explosión, quedó completamente calcinado, así como otro vehículo que iba detrás por la avenida Moshé Baram, en los alrededores de la carretera de Hebrón, en la parte sureste de la ciudad, según David Adom, portavoz del Maguen (equivalente a Cruz Roja).
La Policía, que en un principio mencionó la palabra «atentado» en sus mensajes a los periodistas, se ha retractado y espera ahora a la investigación preliminar para decidir la causa de la explosión.
Medios locales barajan la posibilidad de un fallo técnico en el autobús, que iba vacío, o la existencia de un pequeño artefacto en la parte posterior que afectó también al vehículo detrás.
También destacan que no hay señas de metralla, lo que suele caracterizar la presencia de un posible suicida.
«Hay un autobús completamente quemado y un vehículo, hemos activado el protocolo de emergencia para sucesos con múltiples víctimas», confirmó el director de este cuerpo médico, Shlomo Pretrover, en declaraciones al Canal 10.
El portavoz agregó que uno de los heridos está en estado grave, seis sufrieron heridas de carácter moderado y el resto leves.