El laborista Sadiq Kahn se ha convertido en el primer alcalde musulmán de Londres al ganar los comicios celebrados el jueves, y su victoria supone el retorno del Laborismo al consistorio de esta capital después de ocho años.
Hijo de inmigrantes pakistaníes y abogado especializado en derechos humanos, Khan, de 45 años, venció por amplia ventaja al conservador Zac Goldsmith, actual diputado en el Parlamento por la circunscripción de Richmond Park, al suroeste de Londres.
En una declaración, Khan agradeció a los votantes por haber confiado en él y haber hecho «posible algo que parecía imposible».
Khan admitió que nunca «hubiera imaginado» haber llegado al puesto de alcalde de la capital británica debido a sus orígenes humildes al haber sido criado en una vivienda de protección social.
«Quiero que cada londinense tanga la oportunidad que esta ciudad me dio a mi y a mi familia», afirmó Khan, y agradeció que los londinenses eligieran «la esperanza» por encima de «la división» y «el temor», en clara referencia a la difícil campaña electoral.
La victoria de Khan, ampliamente esperada, es particularmente importante para el izquierdista Jeremy Corbyn al someterse éste a su primer test electoral tras su elección como líder en septiembre del año pasado después de la dimisión de Ed Miliband.
El nuevo alcalde, que obtuvo el 56,8% de respaldo, sustituye al conservador Boris Johnson, dedicado a la campaña por el «brexit», la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), de cara al referéndum del 23 de junio, y a su labor como diputado por Uxbridge & South Ruislip, al noroeste de Londres.
El triunfo de Khan fue recibido con entusiasmo por Jeremy Corbyn, quien incluso le felicitó a través de su cuenta de la red social Twitter antes de que se hiciera la declaración oficial.
«No puedo esperar a trabajar contigo para crear un Londres más justo para todos», tuiteó Corbyn.
La elección de Khan es especialmente relevante pues refleja la diversidad de la población de Londres, una capital cosmopolita con más de ocho millones de personas.
También ha sido destacada por los expertos porque el Laborismo sugirió que Goldsmith llevó a cabo una campaña «difamatoria» después de que el candidato «tory» buscara establecer vínculos entre el aspirante laborista con «musulmanes extremistas».
Khan recibió incluso las felicitaciones de la hermana de Goldsmith, la periodista y defensora de los derechos civiles Jemima Goldsmith, famosa en el Reino Unido por haber estado casada con el político pakistaní y antiguo jugador de crícket Imran Khan.
«Felicitaciones a Sadiq Khan, el primer musulmán alcalde de Londres, una ciudad de todas las culturas, orígenes y religiones Un gran ejemplo para los jóvenes musulmanes», tuiteó Jemima Khan.
La victoria de Khan supone la llegada a un importante puesto de poder de un musulmán criado en una vivienda de protección social junto a sus siete hermanos, un perfil totalmente opuesto al de Goldsmith, quien se crió en una mansión en el seno de una de las familias más conocidas y ricas del Reino Unido.
Hijo de un conductor de autobús de Londres, Khan aprovechó este historial familiar en su campaña al divulgar un afiche en el que se le ve conduciendo un autobús rojo mientras Goldsmith corre sin éxito para subirse al vehículo.
El nuevo inquilino del City Hall, edificio ubicado frente al emblemático puente de la Torre de Londres, tendrá a su cargo, junto a la Asamblea, la responsabilidad de asuntos como transporte, policía, medio ambiente y vivienda, entre otros.
Además de en Londres, se celebraron el jueves elecciones autonómicas en Escocia, Gales e Irlanda del Norte, y locales en Inglaterra, donde los laboristas mantuvieron un buen nivel de apoyo.
Sin embargo, el partido de Corbyn sufrió un duro varapalo en el Parlamento de Edimburgo, donde quedó relegado al tercer lugar al perder 13 escaños y quedarse con 24 de los 129 asientos en liza, mientras que los conservadores ganaron 16 hasta 31 escaños, lo que les sitúa como la primera fuerza política de la región.
El Partido Nacionalista Escocés (SNP, siglas en inglés), de la independentista Nicola Sturgeon, fue la formación más votada, con 63 escaños, pero se quedó a dos escaños de la mayoría absoluta -65-.
En Gales, los laboristas obtuvieron la mayor parte de los escaños -29- de los 60 en liza, mientras que en Inglaterra resistieron al controlar 57 ayuntamientos -de un total de 124-, por delante de los conservadores, que controlan 34.