La asonada golpista que se está produciendo en Turquía ha provocado enfrentamientos, incluidos ataques aéreos, mientras que las autoridades civiles han pedido a la gente que se eche a la calle para detener a los militares rebeldes.
La sede de la Dirección de Seguridad en Ankara fue atacada, al menos dos veces, por aviones y helicóptero del Ejército.
En torno a ese edificio se han oído numerosos disparos y explosiones, así como en las inmediaciones de la emisora de televisión pública, TRT.
Además, los medios locales informan de que se ha producido una fuerte explosión en el centro de la unidad especial de la Policía en el distrito de Golbasi en Ankara.
Los medios han informado de varios heridos, e incluso de muertos, en Estambul y Ankara.
Aviones militares han realizado pasadas a baja cota sobre Ankara, mientras que los carros de combate controlaban los accesos al aeropuerto de Estambul, que ha quedado cerrado al tráfico aéreo.
Posteriormente, los soldados se retiraron y la Policía ocupó el edificio del aeropuerto, donde se congregaron cientos de personas.
Al mismo tiempo, numerosos vehículos blindados han cortado la principal avenida de Estambul, cerca de la sede central de la Policía de la ciudad, la más importante del país.
La Gendarmería ha bloqueado los accesos a los principales puentes que unen la parte europea y asiática de Estambul.
La agencia de noticias privada Dogan asegura que el Ejército disparó contra un grupo de manifestantes contrarios al golpe de Estado que intentaron cruzar uno de esos puentes.
Las imágenes de televisión muestran varios heridos en este incidente.
Mientras, las autoridades civiles de Turquía han hecho un llamamiento a la población para lanzarse a la calle para resistir el intento de Golpe de Estado que, según el presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, está protagonizado por un pequeño grupo de militares que no tiene posibilidades de éxito.
«Este golpe de Estado nunca tendrá éxito. Tarde o temprano será eliminado», aseguró Erdogan por teléfono a la emisora CNNTürk.
«Van a recibir la respuesta de la nación y van a pagar un alto precio por actuar contra la nación. No les vamos a ceder el campo. Pronto vamos a eliminar su actitud», aseguró Erdogan, cuyo país es un miembro clave de la OTAN.
Aunque en un principio hubo rumores de que Erdogan estaba tratando de volar a Alemania, el viceprimer ministro, Veysi Kaynak, declaró a CNNTürk que el presidente está viajando hacia Estambul.
El primer ministro turco, Binali Yildirim, calificó el intento golpista de «terrorismo».
El ministro de Justicia, Bekir Bozdag, ha llegado a pedir a la gente que se eche a la calle y «salte sobre los tanques» para detener el intento de golpe de Estado iniciado por militares rebeldes.
Tanto el presidente Erdogan como el Gobierno han responsabilizado de la asonada a lo que llevan años llamando «el Estado paralelo», es decir, los seguidores del predicador islamista Fetullah Gülen, al que acusan de intentar desestabilizar Turquía.
Por todo el país las mezquitas están emitiendo continuamente rezos.
Dos de los partidos parlamentarios en la oposición, el socialdemócrata CHP y el nacionalista MHP, han condenado la intentona golpista.