La Policía alemana ha aclarado que «no ha confirmado» los supuestos vínculos terroristas del hombre de 27 años detenido este miércoles en Brandemburgo, donde se suponía que planeaba atentar en los próximos días, según había indicado la prensa local.
Los medios de comunicación alemanes habían asegurado que la Policía había encontrado explosivos y material islamista, incluidas banderas del Estado Islámico, durante el registro de la vivienda del detenido, ubicada en la localidad de Eisenhuettenstadt.
El ministro principal de Brandemburgo, Dietmar Woidke, había contado incluso que la Policía creía que el sospechoso «planeaba un acto terrorista» con un trasfondo islamista durante las fiestas de Eisenhuettenstadt, que se celebran entre el 26 y el 28 de agosto.
La ciudad alemana, situada a 120 kilómetros de Berlín, cerca de la frontera con Polonia, acoge el principal centro de procesamiento de refugiados de Brandemburgo. Los ataques xenófobos han aumentado en el último año en Alemania tras la masiva llegada de solicitantes de asilo.
Un portavoz policial ha aclarado en una rueda de prensa posterior, celebrada al término del registro de la casa, que solo han hallado material pirotécnico y que «las sospechas» sobre sus planes de llevar a cabo un atentado islamista «no se han confirmado», según informa la cadena Deutsche Welle.
Cadena de atentados
Alemania está en alerta tras la serie de atentados perpetrados el mes pasado, los primeros de carácter islamista en suelo alemán. En las últimas semanas se han producido varias detenciones de personas supuestamente implicadas en nuevos ataques terroristas.
La ola de atentados comenzó el pasado 18 de julio, cuando un adolescente paquistaní atacó con un hacha y un cuchillo un tren regional en las proximidades de Wuezburgo, dejando cuatro heridos de gravedad y uno de carácter leve.
Apenas cuatro días después un joven iraní protagonizó un tiroteo en un centro comercial de Munich. Tras varias horas de tensión en las que la capital bávara estuvo en alerta, el único atacante fue hallado muerto en las inmediaciones del complejo.
El 24 de julio, un sirio cuya petición de asilo había sido rechazada y estaba a la espera de ser deportado a Bulgaria murió en un fallido atentado suicida durante un festival de música celebrado en la ciudad bávara de Ansbach.