Jacob Hall, de 7 años, fue abatido por un joven de 14 años cuando salía al patio de su colegio en Townville (Carolina del Sur). También resultaron heridos una maestra y otro alumno.
La madre del pequeño, totalmente desolada, decidió hacerle un funeral acorde con los gustos de su hijo. Jacob era un apasionado de los superhéroes. Por ello, su madre pidió a los asistentes que fuesen disfrazados de este tipo de personajes.
Así, se dieron cita personajes tan variopintos como Superman, Batman, Spiderman, Hulk o el Capitán América.