El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fue interrogado este jueves por la Policía durante cinco horas seguidas en su residencia oficial, bajo sospechas de recibir regalos y favores de empresarios y por un segundo caso sobre el que no se ha facilitado información.
El portavoz policial Micky Rosenfeld informó en un escueto comunicado de la duración del interrogatorio y adelantó que, por el momento, no se darán más detalles.
Se trata de la segunda vez esta semana que los agentes interrogan al jefe del gobierno israelí, tras otras tres horas de preguntas en la tarde noche del pasado lunes.
El diario Haaretz aseguró que, en esta ocasión, los investigadores, además de cuestionar al jefe del gobierno sobre la presunta recepción irregular de cuantiosos y valiosos regalos, también le preguntaron sobre un segundo caso, cuyos detalles no han trascendido.
En relación a este se habría interrogado también a un segundo sospechoso, asegura el diario, que cita fuentes policiales que no identifica y que alegan que no pueden dar más datos para no obstaculizar la investigación.
Según explicó la Fiscalía tras el interrogatorio del pasado lunes, las cuestiones que se investigan están relacionadas con posibles delitos de «integridad moral».
Este organismo afirmó en un comunicado tener pruebas que justifican la apertura de una investigación criminal y señaló que ha cerrado por falta de pruebas varias alegaciones contra el primer ministro.
Netanyahu ha reconocido haber recibido regalos, aunque asegura que se trata de obsequios normales entre amigos y rechaza haber cometido irregularidad alguna, aseguran los medios locales.
La investigación sobre el primer ministro comenzó el pasado verano y ha supuesto la recogida de testimonios de alrededor de medio centenar de personas.
Uno de los cuestionados es un viejo amigo de Netanyahu, el empresario judío estadounidense Ron Lauder, que confesó haber hecho a Netanyahu y financiado un viaje a uno de sus hijos, aunque por un valor menor de lo que los investigadores sospechan.