El hombre que este jueves hirió con un hacha a nueve personas en la estación central de Düsseldorf (oeste de Alemania) llegó al país como solicitante de asilo desde Kosovo en 1992, cuenta con un permiso de residencia por razones humanitarias y padece esquizofrenia paranoide, informó hoy la policía.
En rueda de prensa, el presidente de la Policía de Düsseldorf, Norbert Wesseler, explicó que hay nueve personas heridas, cuatro de ellas graves, entre ellas una niña de trece años.
Todos los heridos, entre los que hay también dos turistas italianas que tenían el hotel cerca de la estación, están fuera de peligro, afirmó.
El agresor, herido grave al saltar desde un puente antes de ser detenido, vivía en la cercana ciudad de Wuppertal, donde esa misma noche su hermano acudió a la policía para informar de su desaparición y alertar de había comprado un hacha porque se sentía amenazado y perseguido.
El ataque ya había ocurrido para entonces en la estación de Düsseldorf, a donde el atacante llegó en un tren regional, según explicó el responsable de la policía regional, Dietmar Kneip.
Según la reconstrucción de los hechos, el hombre, nada más salir al andén, empezó a agredir por la espalda con un hacha a varios pasajeros y, al volverse para volver a entrar en el vagón, el conductor tuvo los reflejos de cerrar las puertas, lo que evitó una tragedia mayor.
Entonces, el atacante avanzó por el andén y accedió al edificio principal de la estación, agrediendo a más personas, durante un total de cinco minutos.
Ante la posibilidad de que se tratara de un acto terrorista, los distintos cuerpos policiales desplegaron a todos los efectivos disponibles en la estación, pero no tardaron en descartar esa posibilidad y en determinar también que el hombre detenido había actuado en solitario.
El hombre no tenía antecedentes, pero sí era conocido por la policía, que sabía de sus problemas mentales por un incidente registrado en 2015.
En su primera declaración ante los agentes que le detuvieron ayer señaló que daba por hecho que la policía le iba a disparar.
Las fuerzas de seguridad registraron anoche su vivienda en Wuppertal, donde encontraron un certificado médico con el diagnóstico de esquizofrenia paranoide y medicamentos para esa enfermedad.
La fiscalía avanzó su intención de acusar al hombre de nueve intentos de asesinato y explicó que, dados sus problemas psicológicos, probablemente ingresará en un hospital de prisión cuando pueda ser trasladado desde el centro hospitalario en el que se encuentra ahora.