Un hombre mató este miércoles a cuatro personas y causó unos cuarenta heridos antes de ser abatido por la policía en un ataque terrorista frente al Parlamento británico, en Londres, en el que arrolló a varias personas con su vehículo y apuñaló a un agente.
El agresor, que las fuerzas de seguridad creen que actuó en solitario, lanzó su automóvil contra los viandantes que caminaban por el puente de Westminster, se estrelló después contra la verja que rodea el Parlamento y recibió varios disparos tras acuchillar a uno de los policías que custodiaban el edificio.
Scotland Yard ha confirmado la muerte de dos de las personas atropelladas en el puente y del agente apuñalado, mientras que las autoridades sanitarias han indicado que doce de los heridos están en situación grave y dos de ellos en estado crítico.
El diputado conservador Tobias Ellwood, que se encontraba en la zona, trató durante varios minutos de reanimar sin éxito al agente que había sido acuchillado, según él mismo declaró a los medios.
Los testigos describieron escenas de pánico en las inmediaciones del Parlamento, y vídeos divulgados en las redes sociales mostraron a equipos médicos atendiendo en la acera a los heridos.
«Cuando el agresor corría hacia la entrada (del Parlamento), dos personas vestidas con ropa de calle, armados con pistolas, gritaron algo que parecía una advertencia. Él les ignoró. Le dispararon dos o tres veces y cayó», afirmó un testigo.
Los servicios de emergencia rescataron a una mujer que cayó al río Támesis desde el puente cuando el vehículo se abalanzó sobre ella, mientras que el ministerio de Exteriores francés ha confirmado que tres estudiantes galos que se encontraban en Londres de viaje de estudios figuran entre los heridos.
Entre los afectados por el atropello se cuentan otros tres policías que regresaban de una ceremonia oficial.
La Cámara de los Comunes y la de los Lores suspendieron de inmediato sus sesiones después de que los parlamentarios escucharan desde el interior de Westminster los disparos de la policía.
Cientos de personas, entre diputados, funcionarios, periodistas y ciudadanos que visitaban el palacio, quedaron retenidos durante cerca de cinco horas en las instalaciones parlamentarias por motivos de seguridad.
La primera ministra, Theresa May, abandonó el Parlamento poco después del ataque en un vehículo, sin sufrir daño alguno, y reunió esta noche al comité de emergencias Cobra, que incluye a sus principales ministros y altos cargos de la defensa y seguridad nacionales.
Tras esa reunión, May compareció, vestida de negro, frente a su residencia oficial en el número 10 de Downing Street.
«La localización de este ataque no ha sido un accidente. El terrorista eligió golpear el corazón de nuestra capital, donde gente de todas las nacionalidades, religiones y culturas se juntan para celebrar los valores de la libertad, la democracia y la libertad de expresión», afirmó.
May comunicó que su Gobierno mantiene a pesar del incidente su alerta por terrorismo en un nivel considerado «severo», el cuarto grado en una escala de cinco, en el que se encuentra desde agosto de 2014.
El atentado también afectó al Parlamento autónomo de Escocia, que aplazó por respeto a los afectados el voto que iba a celebrar para decidir si respalda un nuevo referéndum de independencia.
El atentado ha llevado a la policía metropolitana de Londres a aumentar el número de policías armados que patrullarán la ciudad en los próximos días.
El comandante de Scotland Yard Ben Harring pidió a los londinenses que permanezcan «vigilantes» y contacten con las fuerzas de seguridad ante cualquier movimientos sospechoso.
«Este es un día que ya habíamos previsto, aunque esperábamos que nunca ocurriría. Tristemente, ahora es una realidad», dijo el mando policial.
Diversos líderes internacionales, entre ellos los dirigentes de países europeos como España, Italia, Francia y Alemania, trasladaron a Londres sus condolencias tras al atentado.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, mostró asimismo su apoyo a las víctimas, y el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció su «total apoyo al Reino Unido».