La guerra y el hambre obligaron a más de 2 millones de niños en Sudán del Sur a huir de sus hogares, dijo el lunes Naciones Unidas.
La guerra civil en el país productor de petróleo comenzó cuando el presidente Salva Kiir despidió a su vicepresidente en 2013, dos años después de que el país se independizó de su vecino Sudán.
Los enfrentamientos que siguieron dividieron al país étnicamente, causaron una hiperinflación y dejaron a partes de la nación con hambruna, creando una de las crisis de refugiados más grandes de África desde el genocidio en Ruanda en 1994.
«Ninguna crisis de refugiados me precoupa más hoy que Sudán del Sur», dijo Valentin Tapsoba, el jefe en África de la agencia de ONU para refugiados, ACNUR, en un comunicado.
En un país de 12 millones de personas, casi tres de cada cuatro niños no va a la escuela, dijeron ACNUR y UNICEF. Más de un millón de niños huyó de Sudán del Sur mientras que otro millón está desplazado internamente.
Las agencias dijeron que más de 1.000 niños han muerto en la guerra civil. La cifra real podría ser mucho más alta ya que no hay números de fallecidos disponibles para el país, una de las naciones menos desarrolladas del mundo.
Muchos refugiados de Sudán del Sur han huido a los vecinos Uganda, Kenia, Sudán o Etiopía, países que ya tienen problemas para suministrar alimentos y recursos suficientes para su propia población.