Los gobiernos de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin, Egipto y Yemen han anunciado el lunes que cortan sus relaciones diplomáticas con Qatar, acusando a Doha de «apoyar el terrorismo». Poco después del anuncio emitido por estos cinco países de mayoría suní, el Gobierno asentado en el este de Libia seguía los pasos de los países del Golfo.
Sin embargo, desde Estados Unidos, el secretario de Estado Rex Tillerson ha descartado que la decisión vaya a tener «un impacto significativo» en la lucha contra el extremismo yihadista, al tiempo que ha subrayado la importancia de que los países de la región permanezcan «unidos». El responsable de la diplomacia estadounidense considera que la medida obedece a un clima de tensiones regionales y les emplaza a «sentarse a hablar para resolver sus diferencias».
Por su parte, el Gobierno qatarí ha lamentado la decisión de sus vecinos árabes y ha denunciado «una campaña de mentiras» en su contra. «La campaña de incitación está basada en mentiras que ya han alcanzado el nivel de completas invenciones», ha asegurado el Ministerio de Asuntos Exteriores qatarí.
El Gobierno de Qatar ha dicho también que, como miembro del Consejo de Cooperación del Golfo, está comprometido con el cumplimiento del tratado de este grupo, respeta la soberanía de otros países y no quiere interferir en los asuntos de otros gobiernos. El Ejecutivo de Doha considera que la decisión de romper relaciones anunciada por Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Egipto y Yemen no tiene justificación posible.
«Las medidas están injustificadas y se basan en denuncias y acusaciones que, en realidad, no tienen base», ha afirmado el Ministerio de Asuntos Exteriores qatarí. No obstante, hacen hincapié en que la ruptura de las relaciones «no afectará a las vidas normales de los ciudadanos y los residentes». Sin embargo, apenas unas horas después se suspendían los vuelos desde Dubai y Emiratos Árabes a la capital qatarí y desde Doha se suspendían todos sus conexiones aéreas con Arabia Saudí.
El primero en anunciar su decisión de romper relaciones con Qatar ha sido Bahréin, quien ha acusado al Gobierno qatarí de financiar a grupos vinculados con Irán, argumentando que la decisión ha sido adoptada «a causa de la continuada insistencia del Estado de Qatar con la desestabilización de la seguridad y la estabilidad de Bahréin y su interferencia en los asuntos internos».
Así, ha indicado que Bahréin «corta sus relaciones diplomáticas con Qatar para preservar la seguridad nacional», agregando que da 48 horas para que el personal diplomático qatarí abandone el país. Su personal en Qatar abandonará también el país.
En su comunicado, ha resaltado además que no permitirá a ciudadanos qataríes entrar al país, dándoles catorce días para abandonar el país.
Poco después, Arabia Saudí se ha sumado a Manama, afirmando que se trata de una medida necesaria para proteger al país del «terrorismo» y el «extremismo».
En un comunicado publicado por la agencia estatal saudí de noticias, SPA, las autoridades saudíes han anunciado el cierre de todos sus puertos, aeropuertos y puestos fronterizos para evitar la entrada de qataríes al país.
Así, ha resaltado que, de esta forma, ejerce su «derecho soberano, garantizado por el Derecho Internacional», pidiendo a todos los países «hermanos y amigos» que «apliquen las mismas medidas lo antes posible».
«Arabia Saudí ha tomado este paso crucial como resultado de las graves violaciones por parte de las autoridades de Doha, tanto a nivel privado como público, durante los últimos años», ha recalcado. Riad ha afirmado además que toma la decisión «en solidaridad con Bahréin, expuesto a campañas terroristas apoyadas por las autoridades de Doha».
Egipto ha publicado un comunicado inmediatamente después, anunciando el cierre de su espacio aéreo y sus puertos a todos los transportes qataríes para «proteger su seguridad nacional».
«La política de Qatar amenaza la seguridad nacional árabe y siembra las semillas de la división en las sociedades árabes, según un plan deliberado contra la unidad y los intereses de la nación árabe», ha dicho el Ministerio de Exteriores en un comunicado. Asimismo, ha acusado a Qatar de apoyar a varias organizaciones «terroristas», entre ellas la organización islamista Hermanos Musulmanes, ilegalizada en el país después del golpe de Estado militar de 2013 contra el entonces presidente electo, Mohamed Mursi.
Yemen ha sido el último país en anunciar la ruptura de relaciones con Qatar y lo ha hecho argumentando que el Gobierno de Doha está apoyando a los rebeldes huthis y respaldando la decisión de expulsarle de la coalición saudí que combate en territorio yemení. Por su parte, Emiratos Árabes Unidos ha afirmado igualmente que su decisión ha sido adoptada para luchar contra el «terrorismo» y proteger la seguridad del país, según una serie de 'tuits' publicados en la cuenta oficial de la agencia estatal emiratí de noticias, WAM. Las autoridades del país han dado 24 horas a los qataríes para abandonar el país, recalcando que cerrará sus aeropuertos y puertos a los transportes qataríes, al tiempo que prohíbe a sus ciudadanos viajar al país vecino.
De hecho, la aerolínea dubaití Flydubai y la emiratí Etihad han anunciado el lunes la suspensión de sus vuelos hacia la capital de Qatar, en el marco de la ruptura de relaciones de ambos países con el emirato.
Flydubai ha indicado que sus vuelos hacia y desde Doha quedarán suspendidos a partir de este martes. «Desde el martes 6 de junio todos los vuelos de Flydubai entre Dubai y Doha quedarán suspendidos», ha informado en un comunicado.
Etihad Airways también ha comunicado la misma medida a partir del martes por la mañana hasta próximo aviso. El último vuelo desde Abu Dhabi a Doha partirá a las 2:45 hora local del martes, ha indicado el portavoz de la aerolínea en un correo electrónico. La aerolínea ha precisado que los vuelos previstos para el lunes operarán con normalidad. Así las cosas, Qatar Airways, la aerolínea estatal qatarí, ha anunciado en su web el lunes que suspende todos sus vuelos a Arabia Saudí.
El deterioro de las relaciones
Las tensiones entre Qatar y varios países del Golfo se han deteriorado en los últimos días, a raíz de que la agencia estatal qatarí, QNA, publicara la semana pasada unas declaraciones del emir en las que criticaba la postura de los países del Golfo contra Irán y hablaba de «tensiones» con Estados Unidos.
Inmediatamente después, QNA denunció haber sufrido un ataque informático y negó la veracidad de la nota publicada, pese a lo cual medios de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU) continuaron informando acerca de las presuntas declaraciones de Hamad bin Jalifa al Zani.
Este hecho provocó las críticas de Doha, lo que llevó a varios países --Arabia Saudí, EAU, Egipto y Bahréin-- a bloquear el acceso a diversos medios qataríes, entre ellos la cadena de televisión Al Yazira.
Las relaciones entre Qatar y otros países del Golfo ya sufrieron un periodo de tensión en 2014 debido al supuesto apoyo de Doha a Hermanos Musulmanes. Sin embargo, en dicha ocasión las medidas no fueron tan duras, y sólo implicaron la retirada de los embajadores.