Las autoridades de los Países Bajos podrían ordenar sacrificar a millones de gallinas al descubrir restos de un insecticida potencialmente dañino en los huevos, según fuentes de agricultores holandeses, lo que eleva la presión sobre un sector que aún se está recuperando de un brote de gripe aviar.
Supermercados de varios países europeos han retirado millones de huevos ante la alarma por el uso del insecticida fipronil aunque LTO, la Federación Holandesa de Agricultura y Horticultura, dijo que ya no había riesgo para los consumidores.
«Para los consumidores se ha terminado, no así para los granjeros», dijo Johan Boonen, de LTO. «Tardarán semanas o meses en reanudar la producción».
La Organización Mundial de la Salud considera que el fipronil es moderadamente tóxico y dice que cantidades muy grandes pueden causar daño en órganos. Las autoridades holandesas y belgas han situado la fuente del insecticida en un proveedor de productos de limpieza en los Países Bajos.
Los granjeros holandeses ya han sacrificado a cientos de miles de gallinas por el fipronil, pero no podrán volver al mercado hasta que desaparezcan los rastros de insecticida en sus huevos. LTO dijo que 150 empresas holandesas habían sido cerradas porque se habían encontrado rastros del insecticida.
La última alarma sanitaria se produce tras una epidemia de gripe aviar que sufrió el norte de Europa a finales del año pasado y también obligó a granjeros de aves de corral a realizar sacrificios masivos.