Decenas de devotos católicos, vestidos como antiguos romanos y figuras bíblicas se han visto obligados a huir de una procesión de Semana Santa celebrada en Acapulco, México, después de que se produjera un tiroteo en las cercanías a raíz del robo de un coche, en el que dos personas han muerto.
Uno de los ladrones ha perdido la vida a causa de un ataque al corazón durante el tiroteo con la Policía, mientras que su cómplice ha podido escapar, según ha informado el Gobierno del estado de Guerrero.
La cuota de asesinatos que han tenido lugar en Acapulco y en el popular resort turístico de Lo Cabos ha aumentado de forma desorbitada en los últimos años, a pesar de las medidas impulsadas desde el Gobierno para luchar contra el crimen.