El investigador de la Universidad Católica de América (Estados Unidos), Víctor Padilla-Sánchez, ha avisado de que se van a necesitar vacunas para cada variante del coronavirus que aparezca, ya que las vacunas actuales «no necesariamente» son efectivas para ellas.
El experto se ha pronunciado así, en un artículo de investigación publicado en 'Research Ideas and Outcomes' en el que ha analizado las variantes del Reino Unido y Sudáfrica y ha presentado un análisis computacional de la estructura de la glicoproteína de pico unida al receptor ACE2 donde se han introducido las mutaciones. Su artículo describe la razón por la que estas variantes se unen mejor a las células humanas.
«He estado analizando una estructura publicada recientemente del pico de SARS-CoV-2 unido al receptor ACE2 y encontré por qué las nuevas variantes son más transmisibles.
Estos hallazgos se han obtenido utilizando el software Quimera de UC San Francisco y simulaciones de dinámica molecular utilizando la supercomputadora Frontera del Centro de Computación Avanzada de Texas (TACC)», ha dicho.
En concreto, ha descubierto que la variante del Reino Unido tiene muchas mutaciones en la glicoproteína de pico, pero la más importante es una mutación, N501Y, en el dominio de unión al receptor que interactúa con el receptor ACE2. «Esta mutación N501Y proporciona una eficiencia de unión mucho mayor, lo que a su vez hace que el virus sea más infeccioso. Esta variante está reemplazando al virus anterior en el Reino Unido y se está propagando en muchos otros lugares del mundo», ha añadido.
La variante de Sudáfrica surgió en octubre de 2020 y tiene cambios más importantes en la proteína de pico, lo que la hace más peligrosa que la variante del Reino Unido. Implica una mutación clave, llamada E484K, que ayuda al virus a evadir los anticuerpos y partes del sistema inmunológico que pueden combatir el coronavirus según la experiencia de una infección previa o una vacuna. Dado que la variante escapa a la inmunidad, el cuerpo no podrá combatir el virus.
«El principal desafío computacional al realizar esta investigación fue encontrar una computadora lo suficientemente poderosa para realizar la tarea de dinámica molecular, que genera archivos muy grandes y requiere una gran cantidad de memoria. Esta investigación no hubiera sido posible sin la supercomputadora Frontera», ha explicado.
En el futuro, Padilla-Sánchez continuará investigando los cambios que se están produciendo con el SARS-CoV-2. «Este fue un proyecto muy rápido: el estudio computacional duró un mes. Hay muchos otros laboratorios que realizan experimentos de laboratorio húmedo, pero no hay muchos estudios computacionales. Por eso decidí hacer este importante trabajo ahora», ha zanjado.