Al menos 45 personas han muerto y 49 han resultado heridas al estrellarse este domingo un avión militar en el sur de Filipinas, según ha informado el Ministerio de Defensa en un comunicado.
De los fallecidos, 43 eran militares que viajaban en el avión, mientras que las otras tres víctimas mortales eran civiles que acabaron aplastados por el fuselaje. Todavía quedan por encontrar cinco militares.
El accidente tuvo lugar a las 11:30 (hora local), en el municipio de Patikul, provincia de Jolo. Según las primeras investigaciones, el avión de transporte de tropas, un Lockheed C-130 Hercules procedente de Mindanao, fue incapaz de aterrizar en la pista del aeropuerto provincial y acabó estrellándose en una aldea del municipio, cerca del aeródromo.
Todos los heridos han recibido tratamiento inicial en un hospital de Jolo, pero algunos han tenido que ser trasladados a Zamboanga para recibir tratamiento adicional.
Se cree que 92 personas, entre ellas ocho miembros de la tripulación, podrían haber estado a bordo en el momento del siniestro, de acuerdo con las estimaciones del Ministerio, recogidas por la filial nacional de la cadena CNN. El Ejército ha explicado que entre los pasajeros había soldados a punto de ser enviados a la región de Sulu como parte de la campaña antiterrorista del Gobierno.
El secretario de Defensa, Delfin Lorenzana, ha precisado que a bordo del avión había tres pilotos, cinco miembros de la tripulación y el resto eran soldados que viajaban a Jolo desde Cagayan de Oro.
Según testigos de CNN Filipinas, varios soldados saltaron de la aeronave antes de que golpeara el suelo, lo que les permitió evitar la explosión inicial, de acuerdo con fuentes explosión», de acuerdo con fuentes de la Fuerza de Intervención y Rescate.