La crisis que Rusia ha desatado en Europa del Este al concentrar unos 100.000 soldados junto a las fronteras ucranias hace temer a los países occidentales que Moscú esté preparando una nueva agresión militar al país vecino. El conflicto se remonta a 2014, fecha desde que Ucrania lucha contra los separatistas prorrusos en la región del Donbás apoyados por Rusia, que se anexionó ese año la península de Crimea con un referéndum considerado ilegal por la comunidad internacional.
Por su parte la OTAN ha respondido que no va a permitir que un tercer país coaccione a un potencial socio soberano sobre sus intenciones de entrar en la Alianza. EEUU advierte: cualquier incursión tendrá «graves consecuencias» y la Unión Europea se muestra dispuesta a sancionar con rapidez a Rusia en caso de que vuelva a realizar un ataque contra Ucrania, como hizo ya en 2014 con «sustanciosas» medidas restrictivas.
Desde el Gobierno español, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, afirmó que «España no se esconde» ante la crisis. El ministro insistió en que continúa habiendo margen para hallar una solución diplomática que evite el conflicto. Por su parte, la ministra de Defensa, Margarita Robles, anunció que España ha enviado cazas a Bulgaria y que también destinará la fragata Blas de Lezo, que ha salido este sábado por la mañana hacía el mar Negro, en el marco del conflicto que protagonizan Rusia y Ucrania.