El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, aseveró este domingo que España está "intentando ayudar al pueblo y a la democracia en Ucrania" ante la invasión que sufre por parte de Rusia.
Así lo subrayó en declaraciones recogidas por Europa Press en el marco de la reunión del Comité Federal del PSOE que se celebra este domingo en Ferraz, en la que se abordará el respaldo a la actuación del Ejecutivo respecto al conflicto.
Al respecto, Albares indicó, en una entrevista con el diario El País, que considera "normal" que haya "matices" en el Gobierno de coalición sobre las medidas tomadas y aseguró que "no hay diferentes voces", sino que "todos" están "unidos" contra "la guerra de Putin".
En concreto, manifestó esto sobre la decisión de enviar armas ofensivas a Ucrania, la cual se basó en la necesidad de tomar las "medidas más adecuadas y proporcionadas en cada momento" para "parar" la guerra. "Entramos en una era, cuyas consecuencias es imposible prever, en la que estamos tomando decisiones históricas, que nunca hubiéramos querido tomar, en cuestión de horas", defendió.
En este sentido, relató que él se encargó de explicar a la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, de la decisión de enviar armas, una acción realizada "buscando la unidad".
"Esa es una parte importante de por qué se toma la decisión: había alguna fuerza política, y no una cualquiera, que estaba pidiendo esa medida y cuestionando que sin ella no había un verdadero compromiso de España. La conversación (con Belarra) fue en un tono constructivo, no voy a revelar su contenido, pero esa conversación fue el martes y ya el domingo yo había sumado el voto de España (...) para que el Fondo Europeo para la Paz pueda financiar el envío de material militar ofensivo a Ucrania", señaló.
Asimismo, Albares reconoció que los envíos de armas no van a equilibrar la desproporción de fuerzas "enorme" entre las fuerzas ucranianas y rusas, al tiempo que descartó una desescalada por el momento.
"Hablar de desescalada no tiene base objetiva. Lo único que ha hecho Putin desde el jueves a las cinco de la mañana es escalar, escalar y escalar. Ha pasado de unos primeros bombardeos que tenían como objetivo dejar sin defensa antiaérea al Ejército ucraniano a unos bombardeos cada vez más extensos, donde ya no se diferencia entre objetivo militar, estratégico y civil", lamentó.
El ministro de Asuntos Exteriores criticó que Putin busca "deponer al Gobierno" y "dominar Ucrania", "destrozar su soberanía e integridad territorial, cueste lo que cueste". Ante todo ello, destacó que el pueblo ucraniano está demostrado una "firmeza, determinación, valentía y dignidad encomiable".
Sin querer "adelantar acontecimientos", Albares insistió en que el mensaje que se quiere enviar es que "la vía del diálogo y la diplomática", la misma que hubieran querido que "nunca se agotara por parte de Putin", "sigue abierta". Por esta razón, dijo, se mantienen los embajadores europeos en Moscú.
Zona de exclusión aérea
Respecto a futuras medidas, descartó el decreto de una zona de exclusión aérea por parte de la OTAN en Ucrania porque esto pondría a la organización "en contacto directo con Rusia" y "tiene que quedar muy claro para los españoles y para el mundo entero que esta es la guerra de una persona, la guerra de Vladimir Putin".
"Ni Ucrania era una amenaza para la seguridad de Rusia, ni ha buscado en ningún momento esta guerra. Exactamente igual para la OTAN, que es una organización defensiva y que en ningún momento ha hecho nada amenazante para la seguridad de Rusia. Hay que tener mucha sangre fría y con la misma firmeza con que condenamos la guerra, también hay que demostrar total serenidad. No hay que entrar en provocaciones ni hacer nada que pueda ser una excusa para Putin para escalar aún más. El riesgo de un conflicto directo sería muy grande", advirtió.
Por otro lado, reconoció que, por el momento, las posibilidades de sacar al centenar de españoles que siguen en Ucrania son "muy pocas" porque la situación es de "guerra total" y se pondría en riesgo su vida y la de sus rescatadores. "Esos ciudadanos viven en núcleos urbanos que están siendo asediados (...). Tenían un arraigo personal y tomaron esa decisión (de quedarse)", ha recordado, para asegurar que "en cuanto sea posible iremos a sacarlos de esa guerra".