El Tribunal Superior de Estados Unidos ha derogado este viernes el derecho constitucional del aborto. Por tanto, ahora el poder de legislar sobre en qué casos se puede abortar recaerá directamente en cada uno de los estados. Se calcula que unos 26 pretenden prohibir el aborto. Esta resolución afecta a millones decenas de millones de mujeres que viven en el país.
Fue el portal estadounidense especializado en política Politico, el que filtró un documento del Tribunal Superior, datado de febrero de este año, en el que se estudiaba la posibilidad de derogar este derecho.
El derecho de las mujeres a abortar se hizo patente en la Constitución del país norteamericano hace ya 50 años, tras el mediático juicio Roe v Wade, en 1973. Entonces Norma McCorvey se quedó embarazada de su tercer hijo y quería abortar, pero vivía en Texas, donde la ley lo prohibía, a excepción de que pudiera en peligro la vida de la madre. Sus abogadas reclamaron que las leyes de Texas eran inconstitucionales. El caso acabó en la Corte Suprema de Estados Unidos, que le dio la razón. La institución dictaminó que la Constitución, efectivamente, amparaba el derecho de las mujeres a decidir libremente abortar, sin excesivas limitaciones legales. La sentencia sentó precedente y anuló muchas leyes federales.