Isaiah Jarrett, un niño de 8 años, murió en Birmingham, Inglaterra, ocho meses después de que le diagnosticaran un tumor cerebral cancerígeno. Este diagnostico no fue el que los médicos dieron a su paciente en un primer momento, según explicó su familia.
Al parecer, los médicos creyeron en un principio que Isaiah padecía una gastroenteritis hasta que el niño comenzó a vomitar sangre y a tener dolores de cabeza continuos. Fue entonces cuando le hicieron un TAC, en el Hospital Infantil de Birmingham, donde descubrieron que lo que el pequeño tenía era un tumor del tamaño de una pelota de golf, según ha explicado el ABC.
El pequeño de 8 años se sometió a una larga intervención quirúrgica de la que no salió bien parado y perdió la voz. Tras ello Isaiah se sometió a una intensa quimioterapia y radioterapia, falleciendo en julio de 2022.
La madre del niño, Dena Jarrett, se ha unido a la organización benéfica Brain Tumour Research con el objetivo de recaudar fondos consiguiendo 10.000 pasos diarios durante el próximo mes de febrero.