El Servicio Penitenciario Federal del distrito autónomo de Yamalia-Nenetsia ha anunciado este viernes la muerte del influyente opositor ruso Alexei Navalni, que se encontraba cumpliendo una pena de cerca de 30 años de cárcel por extremismo y fraude.
"Navalni se empezó a encontrar mal durante un paseo y, casi de forma inmediata, se desmayó", han indicado las autoridades penitenciarias, según informaciones recogidas por la agencia rusa de noticias Interfax.
Los trabajadores sanitarios de la prisión se han trasladado hasta la zona en la que se encontraba el preso para llevar a cabo "todas las medidas necesarias para intentar reanimarlo", si bien han confirmado que estas no han dado resultado". Así, los médicos han confirmado el deceso a medida que se investiga la causa de la muerte.
Si bien las autoridades de Rusia no se han pronunciado por el momento, fuentes consultadas por el diario 'Izvestia' han señalado que todo apunta a una trombosis como causa del fallecimiento.
Por su parte, la portavoz del opositor, Kira Yarmish, ha señalado en su cuenta en la red social X que "el Servicio Federal de Prisiones del distrito de Yamalo-Nenets está diseminando noticias sobre la muerte de Alexei Navalni en IK-3". "No tenemos ninguna confirmación por ahora", ha recalcado.
Asimismo, ha manifestado que está "difundiendo información basada en que el padre de Alexei Navalni supuestamente habría confirmado su muerte" y ha aclarado que esto "no es cierto". "Los familiares no han hecho tales comentarios", ha puntualizado.
La mujer de Navalni, Yulia Navalnaya, ha reconocido tener dudas sobre el fallecimiento, dado que la noticia solo ha sido confirmada por las autoridades del país y que tanto el Gobierno como el presidente, Vladimir Putin, "mienten constantemente".
El activista de 47 años, que figuraba en la lista de individuos y organizaciones involucradas en activistas terroristas o extremistas en Rusia, llevaba encarcelado desde su detención en enero de 2021 cuando regresó a Moscú desde Berlín, donde había estado recuperándose de un envenenamiento que él y los gobiernos occidentales atribuyeron al servicio de seguridad del presidente ruso, Vladimir Putin.
En agosto de 2023, un tribunal de Móscú lo condenó a 19 años de prisión por extremismo, una condena que debía cumplir bajo un régimen especial y que se sumaba a otras dos impuestas con anterioridad. A principios de enero, el disidente fue puesto bajo régimen de aislamiento tras ser trasladado de cárcel a una prisión de Yamalia-Nenetsia.
Navalni denunció entonces que las autoridades rusas "aprovechaban cualquier pretexto" para imponerle el aislamiento y denunció las condiciones en las que se encuentra recluido. Su entorno alertó entonces de que el opositor estuvo casi tres semanas en paradero desconocido después de que no compareciera en sucesivas vistas judiciales.
Las autoridades rusas, por su parte, acabaron confirmando su traslado desde la región de Vladimir el pasado 15 de diciembre, pero no fue hasta diez días más tarde cuándo se esclareció su paradero.