El festival Burning Man se trata de un evento anual que se originó en el solsticio de verano de 1986 como una fiesta entre amigos en la playa que no tenía nombre y donde se quemó una estatua de más de dos metros de altura como parte de un ritual. Ahora se ha convertido en un festiva de música en el que se realizan diferentes actividades artísticas, de relajación y entretenimianto, además de quemar la estatua de madera el último día mientras hay fuegos artificiales para cerrar la jornada.
Este año se celebra entre el domingo 24 de agosto y el 1 de septiembre en el desierto de Black Rocj, pero no ha empezado como se esperaba. El sábado por la tarde una tormenta de arena cubrió Black Rock con ráfagas de hasta 80 km/h y donde no era posible ver nada, según el porta ‘Fiesta Bullshit’. Varias estructuras, en cuestión de munutos, quedaron en el suelo y se tuvieron que reparar bajo el manto de polvo que cubría el espacio. Entre los daños está la caída de Black Cloud, una estructura inflable de ocho toneladas destrozada por culpa del tiempo.
A pesar de la situación, los accesos al evento abrieron el domingo por la mañana y se pidió precaución extrema para evitar incidentes. La semana se espera con más tormentas que podrían llegar a inundaciones, recordando el fatídico suceso que ya ocurrió en 2023 cuando decenas de miles de asistentes quedaron atrapados bajo el lodo.