La ministra de Cultura de Francia, Rachida Dati, ha confirmado el robo de joyas que pertenecieron a Napoleón Bonaparte en el Museo del Louvre y ha ordenado el cierre provisional del recinto.
«Esta mañana se ha producido un robo en la apertura del Museo del Louvre. No hay constancia de heridos. Me encuentro en el lugar junto con el museo y los equipos policiales. Las investigaciones están en curso», ha anunciado Dati en su cuenta de la red social X, de momento sin dar más detalles.
El museo, en la misma plataforma, se ha limitado a informar que permanecerá cerrado este domingo por «motivos excepcionales».
A la espera de una versión oficial, fuentes policiales bajo condición de anonimato han indicado al diario 'Le Figaro', los ladrones se habrían hecho con una cantidad todavía no especificada de joyas tras entrar en el museo a primera hora de la mañana.
Entre las 09.30 y las 09.40, de acuerdo con estas fuentes, varias personas se acercaron al lugar en motocicleta y emplearon un montacargas para acceder a la sala donde se encontraban las joyas. Usaron pequeñas motosierras para romper los cristales y acceder a los artículos, y procedieron a darse a la fuga inmediatamente.
Según han confirmado posteriormente fuentes de la Prefectura de Policía de París a la agencia EFE, el robo se ha producido en el ala Richelieu del museo, concretamente en la sección de Artes Decorativas, donde se exhiben importantes piezas de joyería de distintas épocas. Las primeras estimaciones apuntan a que el valor de las joyas sustraídas podría superar los 2 millones de euros, aunque las autoridades mantienen la prudencia hasta completar el inventario detallado.
El modus operandi de los ladrones ha sorprendido a los responsables de seguridad del museo. Según testigos presenciales que se encontraban en las inmediaciones, los asaltantes actuaron con extraordinaria rapidez y precisión, lo que sugiere un plan minuciosamente preparado. Las cámaras de vigilancia del recinto habrían captado a cuatro individuos con cascos que impedían su identificación.
Un golpe sin precedentes en décadas
Este robo constituye uno de los incidentes de seguridad más graves que ha sufrido el Louvre en décadas. La última sustracción de importancia en el emblemático museo parisino se remonta a 1976, cuando fueron robadas varias piezas de la colección de arte egipcio, que posteriormente fueron recuperadas.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha sido informado del suceso y ha expresado su preocupación a través de un comunicado oficial. «Francia no tolerará ataques contra su patrimonio cultural. Todos los recursos del Estado serán movilizados para dar con los responsables», ha manifestado el mandatario, quien ha ordenado reforzar la seguridad en todos los museos nacionales como medida preventiva.
El director del Museo del Louvre, Laurence des Cars, ha comparecido brevemente ante los medios de comunicación a mediodía, confirmando que «se ha activado un protocolo de emergencia para garantizar la protección del resto de colecciones« y que «un equipo especializado está realizando una evaluación completa para determinar con exactitud qué piezas han sido sustraídas».
Las autoridades francesas han solicitado la colaboración de Interpol para activar una alerta internacional que dificulte la posible salida de las piezas robadas del territorio europeo. Además, se ha establecido contacto con expertos en recuperación de obras de arte de varios países para crear un grupo de trabajo especializado.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha expresado su consternación por lo ocurrido y ha ofrecido la plena colaboración de los servicios municipales en la investigación. «El patrimonio parisino es sagrado y este ataque nos afecta a todos los ciudadanos», ha manifestado en declaraciones a la prensa local.
El Ministerio de Cultura ha anunciado que en las próximas 48 horas se tomará una decisión sobre la reapertura del museo, que dependerá del avance de la investigación policial y de la evaluación de los daños en las instalaciones afectadas.
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