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El liderazgo de Trump se desmorona tras la publicación de nuevos e-mails de Epstein

El fallecido proxeneta revela en los e-mails que Trump conocía su actividad

| Ibiza |

Los republicanos de la Cámara de Representantes publicaron un aluvión de más de 20.000 páginas de registros relacionados con Epstein después de que los demócratas destacaran tres correos en los que Epstein hablaba sobre Donald Trump. Esos tres e-mails ponen de relieve el conocimiento que tenía Trump del traficante sexual Jeffrey Epstein y su socia, Ghislaine Maxwell.

En abril de 2011, Epstein envió un correo a Maxwell: «Quiero que te des cuenta de que ese perro que no ha ladrado es Trump… la víctima pasó horas en mi casa con él»

Aunque el nombre de la víctima fue redactado, los republicanos de la Cámara la han identificado como Virginia Roberts Giuffre. Ella fue una de las víctimas más prominentes de Jeffrey Epstein. Posteriormente, en un caso civil, se le preguntó si Donald Trump había presenciado los abusos de menores por parte de Epstein y dijo que no lo había visto hacer eso. Virginia fallecía poco después y las autoridades calificaron su muerte como «suicidio».

Virginia Giuffre con el Príncipe Andrew y Ghislaine Maxwell en la casa de Londres del Príncipe Andrew en una fotografía aportada en el juicio.

En diciembre de 2015, el periodista Michael Wolff mantuvo una conversación vía e-mail con Jeffrey Epstein. La relación entre Wolff y Epstein se prolongó durante años. Al parecer, le llegó el rumor de que CNN planeaba preguntarle a Donald Trump, durante un debate presidencial republicano, sobre su conexión con Jeffrey Epstein. Epstein responde diciendo: «¿Qué diríamos si pudiéramos elaborar una respuesta?», lo que da pie a una respuesta más larga de Michael Wolff sugiriendo que podría haber una oportunidad en esto para Epstein, sea cual fuere el resultado. Wolff respondió: «Puedes colgarlo de una forma que genere un beneficio positivo para ti, o, si realmente parece que puede ganar, podrías salvarlo, generando una deuda». La pregunta no llegó a formularse en el debate, según la transcripción de ese debate.

En otro correo, Wolff parece estar incitando a Jeffrey Epstein, en vísperas de las elecciones presidenciales de 2016, a dar un paso adelante y dar su testimonio sobre Donald Trump, lo cual, según dice, podría «ayudar a acabar con él».

En enero de 2019, Epstein escribe a Michael Wolff: «Trump dijo que me pidió que renunciara [presumiblemente a su club], nunca fui miembro. Por supuesto, él sabía sobre las chicas, ya que le pidió a Ghislaine que parara».

Trump ha negado este conocimiento en numerosas ocasiones. La portavoz de la casa Casa Blanca dijo: «estos correos no prueban absolutamente nada excepto que el presidente Trump no hizo nada malo».

Pero los correos muestran que, al menos desde la perspectiva de Jeffrey Epstein, Donald Trump tenía un conocimiento mayor de la conducta de Epstein de lo que había reconocido previamente.

Jeffrey Epstein murió cuando estaba bajo custodia en una celda de aislamiento de alta seguridad, mientras el Congreso estadounidense pugnaba por la publicación de la lista de clientes de Epstein. Los metadatos del vídeo de la cámara de seguridad del exterior de la celda de Jeffrey Epstein revelaron que el vídeo fue editado al menos tres veces antes de darse a conocer por las autoridades estadounidenses, en un momento en el que intentaban arrojar luz sobre las circunstancias que rodearon su misteriosa muerte en su celda. Además, según el código de tiempo del vídeo, se pudo comprobar que faltaba un minuto entero de dicha grabación.

Estos e-mails vuelven a inflamar la política estadounidense, mientras una parte del Partido Republicano se está escindiendo de la facción trumpista precisamente por las posibles conexiones que podría haber tenido Trump con el traficante de niños y violador Jeffrey Epstein.

En abril de este mismo año, quien fuera una de las víctimas de Jeffrey Epstein, Virginia Giuffre, quien también señaló al príncipe Andrew de Inglaterra, era hallada en su casa muerta. Las autoridades calificaron el suceso como suicidio. Sin embargo, la misma Virginia alertaba meses antes, a través de sus redes sociales, que ella nunca había sufrido ningún tipo de trastorno que la empujara al suicidio y pedía al público que, si le llegara a pasar algo, trataran el asunto como un asesinato ligado a las acusaciones vertidas contra Epstein y el príncipe Andrew.

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