Los controladores aéreos advirtieron ayer de que los próximos meses van a ser «muy duros», ya que «sin un nuevo convenio colectivo y sin horas extraordinarias», cuando llegue Semana Santa «la falta de los refuerzos habituales» llevará al colectivo a tener que «soportar de nuevo el peso de la sospecha de otra huelga encubierta por los retrasos y las cancelaciones».
«Esto no ha hecho más que empezar», indica en un comunicado la Asociación Profesional de Controladores Aéreos de España (APCAE), que señala que si en los próximos meses se produce una situación similar a la del pasado mes de enero, coincidiendo con la vuelta de Navidad, «no será por la práctica de medida de presión laboral alguna, sino por la incapacidad del ministro de Fomento y de los directivos de AENA para afrontar el proceso negociador adecuadamente».
El actual convenio, que AENA y el sindicato mayoritario de los 2.300 controladores que el ente público tiene en plantilla están renegociando para su renovación, recoge la planificación de la jornada hasta el próximo mes de abril.
«Los controladores aéreos nos hemos convertido gracias al ministro de Fomento, José Blanco, en el enemigo público número uno», lamentan en la nota, en la que critican que se les acuse de ser la causa de la «penuria» de los ciudadanos y de los «males financieros» de AENA y del transporte aéreo en general.
En esta línea, la asociación recuerda que AENA no ha convocado nuevas promociones de controladores desde 2006, y en cambio ha inaugurado importantes infraestructuras y ha abierto nuevos sectores de control aumentando como consecuencia la necesidad de personal.
La ACPE, que denuncia que el nuevo convenio viene retrasándose «intencionada e injustificadamente desde hace más de un lustro», criticó la propuesta del ente público de que éste recoja la realización de horas extraordinarias de forma obligatoria para suplir la carencia de controladores, contradiciéndose al «convertir el problema en su solución».
«Si AENA no ha contratado a los controladores que sabía que eran necesarios para cubrir jubilaciones, prejubilaciones (etc..) ha sido porque en realidad le salía más barato abonar horas extraordinarias, que formar y pagar a nuevos controladores», asegura la asociación.